El gobernador de Florida, Ron DeSantis, levantó el viernes todas las restricciones de COVID-19 a los negocios, incluyendo restaurantes y bares, diciendo que la amenaza de la pandemia de coronavirus había disminuido lo suficiente como para permitir al estado entrar en la fase final de su reapertura.
La orden del gobernador republicano, que entra en vigor inmediatamente, permite que los restaurantes y bares funcionen a plena capacidad con protocolos de distanciamiento social limitados. Exige a los gobiernos locales que justifiquen cualquier restricción relacionada con COVID-19 en restaurantes y bares.
La última y tercera fase de reapertura también permite que los negocios de deporte, recreación y cuidado personal funcionen a plena capacidad, eliminando las restricciones establecidas en fases anteriores.
“Esto será muy, muy importante para la industria”, dijo DeSantis durante una conferencia de prensa en San Petersburgo. “No se puede decir que no después de seis meses y sólo tener a la gente dando vueltas”.
El manejo de la pandemia de coronavirus ha sido un tema candente en la carrera entre el presidente republicano Donald Trump y el demócrata Joe Biden y Florida es uno de los pocos estados indecisos para las elecciones del 3 de noviembre.
Trump ha sido criticado por los demócratas por no haber diseñado una estrategia nacional para combatir la pandemia, que ha matado a más de 200.000 personas en Estados Unidos, la mayor cantidad de decesos de cualquier país por el virus.
DeSantis, un aliado de Trump, se ha enfrentado repetidamente a los funcionarios demócratas locales por el cierre de escuelas, los mandatos para usar mascarillas y otras restricciones.
La senadora Linda Stewart, una demócrata que representa partes del centro de Florida, criticó duramente la decisión del viernes por parte de DeSantis.
“¿Están tratando de matarnos?”, dijo en una entrevista telefónica. “Espero que esto no sea político, sólo para ayudar al presidente, pero esto es muy grave”.
Florida ha sido golpeada con dureza por la pandemia, con más de 690.000 casos y 13.900 muertes por el virus. Con 3.100 casos por cada 100.000 habitantes, el estado ocupa el segundo lugar en esa tasa solo detrás de Louisiana.