El infectólogo habló en la 99.9 sobre las causas que podrían generar la baja de casos en el país y, luego del anuncio del cierre de tres vacunatorios en Mar del Plata, remarcó que se tendría que incrementar en este momento la tasa de vacunación.
En las últimas horas, se anunció que Mar del Plata cerraría tres vacunatorios aún cuando los niveles de aplicación no están en los niveles esperados e incluso exponiendo como motivo, la baja de casos en la ciudad.
Las recomendaciones de los infectólogos, por el contrario, indican que se debe buscar cuanto antes tener a la mayor cantidad de personas vacunadas, incluso en medio de un momento donde la pandemia parece dar un respiro. En la 99.9, Gonzalo Corral señaló que a pesar de esta baja, se debe seguir preparando al sistema para una posibilidad de rebrote latente.
Al momento de explicar los motivos de esta baja significativa de casos en todo el país y de una variante Delta que no ha llegado a impactar, dijo que “posiblemente Argentina por una cuestión de disponibilidad de los test y recurso, testeó sólo a los que presentaban síntomas pero no hizo lo que llamamos vigilancia de personas asintomáticas. Eso explicaría la cantidad de contagios que hay registradas, creo que hubo muchas más”.
Incluso agregó un dato que requiere un estudio más exhaustivo pero podría ser un motivo de la baja: “este experimento de mezclar vacunas podría tener una explicación potencial en el hecho de que tal vez fue una herramienta que sirvió. Como último mecanismo que podría explicar este comportamiento es que la variante Andina que circuló y circula mucho en Argentina en marzo, abril y mayo no fue tan fácil de correr por la variante Delta que rápidamente había borrado a la del Reino Unido. Es otra de las explicaciones que podríamos dar”.
En ese contexto, el país no ha tenido una política activa de testeos como en otros países del mundo y hay un cifra que lo deja en evidencia: “cuando se habla de la tasa de positividad es una cantidad de test positivos sobre los realizados. La OMS fue clara desde un primer momento, no se debería tener más del 10% porque si estaba por encima de ese número, se estaba testeando muy poco. Argentina tuvo una variable constante en la pandemia de arriba del 30%”.
Hay otra afirmación generalizada que indica que, de los casos informados oficialmente y por el impacto de los asintomáticos, las cifras se deberían multiplicar por 4: “esto se asegura en la literatura del mundo, pero nadie tiene la certeza de que esto es así y que se seguirá comportando de la misma manera. Hasta que todo el mundo tenga un buen porcentaje de cobertura de vacunas, esto es un riesgo para todos. Argentina no está exenta porque tiene el 65% con al menos una dosis y menos del 50% con dos dosis. Estamos transitando un recreo que esperemos sea permanente, pero hay que continuar con la política acelerada de vacunar a todas las personas que estén dando vueltas“.
La pandemia generó una aparición nuevamente de los movimientos antivacunas que al menos no tenían tanta visibilidad: “las personas que deciden no vacunarse pueden perpetuar la pandemia. Es lamentable que a esta altura de la vida estemos discutiendo el beneficio de las vacunas. Después de la potabilización del agua, es la medida sanitaria más efectiva y de mayor impacto a nivel global”, concluyó.