El Interventor de la Administración General de Puertos, Gonzalo Mortola, se refirió en la 99.9 a la idea de que pueda incrementarse la cantidad de cruceros que arriben al país y que, en consecuencia puedan llegar a la ciudad: “en los últimos años fue bastante mala la previsibilidad para todo esto y las reglas poco claras”, remarcó.
La llegada de Cruceros a Mar del Plata fue una promesa que nunca se terminó de cumplir por la impericia y la falta de previsión detrás de los anuncios compulsivos de la administración de Gustavo Pulti. Sin embargo, la idea de traer este tipo de turismo está latente en la gobernación de María Eugenia Vidal.
Quien se refirió al tema en la 99.9 fue el Interventor de la Administración General de Puertos, Gonzalo Mortola, quien señaló que “estamos incentivando el tráfico de Cruceros en todo el país. En los últimos años fue bastante mala la previsibilidad para todo esto y las reglas poco claras”.
La posibilidad de recibir cruceros en el país también ha bajado notablemente: “el puerto de Buenos Aires en 2012/2013 recibió 161 barcos, este año recibimos 102 barcos y en la temporada 2016/2017 recibiremos 80 barcos. La cantidad que se ha perdido es muy importante. Todos estos barcos que recalan en Buenos Aires no sólo parten a la región, sino al resto del país, algo que nos importa muchísimo”, aclaró.
Desde que se hicieron cargo de la gestión recibieron una serie de requerimientos por parte de las empresas para volver: “fuimos a una feria internacional en Estados Unidos donde nos recibieron las empresas globales de cruceros que nos plantearon una serie de problemas. Antes se cobraba en Migraciones 10 dólares por itinerario y pasó a cobrar 14 por recalada, es decir que por pasajero pasaron de pagar 10 dólares a 42. Eso lo cambiamos y pudimos cerrarlo en 14 dólares por itinerario”, dijo. Luego agregó: “hubo otra resolución interna que tiene que ver con el turno para giro de buques y vamos a hacerlo cada cuatro años. Pueden vender más y traer más barcos. También una resolución de 13.000 pasajeros como límites para la terminal, para que no sea un lío cuando arriban muchos barcos”.
No sólo se trata de temas económicos, sino también a las regulaciones en cuestiones de salud que también acordaron para la llegada de Cruceros: “adherimos también a la OMS que obliga a todos los tripulantes a que se vacunen contra la fiebre amarilla. Esto implica un valor de entre 400 mil y 600 mil dólares por año a la empresa”.
A partir de estas medidas, se puede reflotar la posibilidad de llegar a la ciudad, aunque es necesario el dragado y la mantención del mismo: “la experiencia con Mar del Plata en los últimos años fue muy mala, incluso había barcos que debían volverse. Se hicieron promesas que nunca se cumplieron como el tema del dragado”.
Ahora está trabajando en esta posibilidad incluso para incluirlo dentro del presupuesto del año próximo: “por un interés de la gobernadora María Eugenia Vidal y hablamos con Marcelo Lobbosco y lo que pedimos fue un compromiso para tener un remolcador permanente. Se mostró muy interesado porque el presupuesto 2017 no está aprobado y se podría incluir. Cuando tuvimos este compromiso, nos reunimos con las empresas navieras y el interés fue muy grande. A lo mejor se comience con barcos que tengan un calado más chicos, con menos de 200 metros de eslora”, anticipó.
Por último, advirtió que están pensando en la posibilidad de sostener la llegada de estos barcos de manera continua: “que no haya cruceros en Mar del Plata es culpa de la política. Acá estamos pensando al largo plazo y podemos llegar al 2018/2019 o si no se puede, el año siguiente”.