La vecina de la ciudad padece Still, señaló a través de la 99.9 que no consigue hidroxicloroquina en ninguna farmacia de la ciudad para seguir con su tratamiento. “La desesperación de escuchar que la hidroxicloroquina podía curar el COVID-19 ha llevado a que no se encuentre la droga“.
A veces, las informaciones generan confusión. La propia confusión genera una reacción inentendible en la gente que afecta a otros. Los estudios que se empezaron a presentar sobre la posibilidad de cura para el COVID-19 con la hidroxicloroquina, generaron un desabastecimiento incluso en Mar del Plata.
Graciela es una vecina de la ciudad que tiene una enfermedad conocida como Still y el único tratamiento que tiene es este medicamento. En la 99.9, señaló que “padezco una enfermedad crónica y los efectos colaterales de la locura de la gente. La desesperación de escuchar que la hidroxicloroquina podía curar el COVID-19 ha llevado a que no se encuentre la droga”.
Luego continuó: “necesito 400 mg diarios para no empezar a padecer dolor. Si no tomo la medicación, que no encuentro en la farmacia desde que comenzó el coronavirus, empiezo a sufrir mucho dolor. Inescrupulosos los han vendido a pesar de que va con receta porque es de riesgo”.
En su recorrida por distintas farmacias buscando el medicamento, Graciela se encontró con ejemplos increíbles: “han ido a la farmacia y han pagado cualquier fortuna. Han llegado a pagar hasta 5.000 pesos por una caja y eso me da bronca”, dijo.
Las afectaciones para muchos pacientes como la propia Graciela son graves y por eso reclaman que la gente no compre este tipo de medicamentos, que además, no tiene efecto alguno sobre el COVID-19 que esté comprobado: “yo termino en silla de ruedas si no la tomo, en 72 horas estoy imposibilitada de caminar. Ahora tengo medicamentos gracias a gente generosa que cuando lo escribí por Facebook me escribió diciendo que tenía cajas en la casa que le quedaron de parientes que fallecieron, por ejemplo”.