La fundadora de «Padres Unidos contra la ideología de género en la escuela» habló en la 99.9 sobre este movimiento que cada vez suma más familias y está expresando una preocupación de muchos padres.

Desde la pandemia, los padres decidieron tomar acción en muchos temas. Primero en post de la defensa de una educación de calidad y desde hace un tiempo a esta parte, empezó a crecer «Padres Unidos contra la ideología de género en la escuela» que ha dado pasos firmes y ha logrado, la adhesión de muchas familias en todo el país.
Graciela Spinelli es su creadora y fundadora y habló en la 99.9 sobre la importancia de tener un debate serio en la sociedad sobre el impacto de la obligatoriedad de la ESI en las escuelas: «es bueno rescatar a los padres como primeros educadores de sus hijos, y este lugar de participación, de hacer alzar la voz, de participación activa, que creo que es novedoso en la sociedad, es un muy buen síntoma. La idea surgió a partir de un panel que se organizó en el Senado de la Nación, en la Dirección de Cultura, donde se me ocurrió reunir a distintas personas, distintos profesionales de distintos sectores de la sociedad, explicando qué es lo que sucede con la biología de género que se imparte en la escuela a partir de la ESI, de la ley de Educación Sexual Integral, una bien intencionada ley de formación sexual en la escuela, que lamentablemente se ha convertido en un fusible de adoctrinamiento en las aulas. Lo notamos a partir del contenido, del material, de consignas, de propuestas. En mi caso fue un camino al principio solitario, y empecé a comentarlo, a investigar, a leer, y me di cuenta que esto estaba pasando no solamente en mi entorno, sino en toda la Argentina, y que a su vez es un problema mundial. Muchos países están pasando por lo mismo, algunos ya están en otra página, como es el caso de Reino Unido que están dando marcha atrás con las políticas públicas en salud, por ejemplo con la hormonización y cirugía en menores, pero también con la educación sexual integral con ideología de género y perspectiva de género en las escuelas, entendiendo que así como está dado, es el marketing de la disforia de género; confundir a un menor de edad en su identidad».
Para Spinelli que no es más que una madre preocupada por el tema, resulta increíble pensar en lo que está sucediendo: «es un experimento en niño nunca antes visto. A partir de ese panel vi una respuesta, poner el tema en agenda de los gobernantes, pero también de la sociedad, y que había mucha gente intentando canalizar las mismas inquietudes, pero todos dispersos. Ahí se me ocurrió el nombre Padres Unidos. Hice un chat, un grupo de WhatsApp pero nunca imaginé que ese WhatsApp iba a crecer tanto, al punto de tener hoy 1.800 familias en todo el país. Tenemos 30 grupos, o sea, cada provincia está representada por Padres Unidos. La novedad fue que hace unas dos semanas comenzamos una campaña que se llama «No Autorizo», que consta de una carta que se presenta en la escuela diciendo que no autorizas a que tu hijo reciba ese tipo de educación sexual integral. Más que nada haciendo alusión a los contenidos que no tengan sustento biológico y científico».
Cuando comenzaron a movilizar el tema, también apareció el cambio de gobierno a nivel nacional que tomó el tema y actuó rápido, algo que tampoco solía pasar en Argentina: «Para nuestra sorpresa, hubo muchísima respuesta. Tuvimos reuniones a fin de año, en diciembre, en la Secretaría de Educación Nacional, y a partir de esa conversación y dando cuenta también de la gran labor que ya venían haciendo, revisando ellos mismos el contenido durante todo el año pasado, dieron de baja de su propia página educar, la página de Nación, todo material y contenido con ideología de género. Para muchas provincias como un faro de hacia dónde ir. De hecho, muchos bajaron también el contenido a partir de este accionar de la Secretaría de Educación de Nación, que fue muy importante para nosotros, una buena respuesta y que muchos están también revisando en este momento su política».
El tema es de mucha profundidad en el debate a punto tal que los propios padres que encontraron este espacio para expresarse, no tienen la misma opinión sobre la necesidad de que la ESI se enseñe en los colegios: «no hay consenso para nada sobre la necesidad de la educación sexual en las escuelas porque yo creo también que cuando uno se replantea el alcance que puede tener el estado en la sociedad y en las libertades individuales, ahí llegas a un punto en donde realmente te preguntás por qué la escuela debería ser el lugar donde los chicos reciban este tipo de educación que tiene mucho que ver con los valores y con las libertades individuales y con la educación primaria que es en la casa».
Para que eso suceda, también los padres deben asumir su responsabilidad sobre la educación sexual de sus hijos y entender que son aquellos que deben proporcionarla: «los padres se tienen que preparar, pero abordar esto desde la escuela primero no parece correcto, es nivelar a todos como si estuvieran en el mismo momento madurativo cuando sabemos todos que no es así. Y quién mejor que los padres para saber cuál es el mejor momento para hablar de esto en casa. La escuela debe volver a enseñar a leer, a escribir, ciencias, volver a estar en el lugar que estaba antes en educación, que cuando ves la cantidad de horas que le dedican a la formación, la cantidad de dinero que se gasta para estos libros, para todo este tipo de contenidos, hay que usarlo en mejorar la educación que no funciona bien. El colegio debe volver a enseñar y nosotros nos quedamos en casa con la responsabilidad de formar a nuestros hijos en valores y todo lo que tenga que ver con su sexualidad».
Los padres decidieron elevar la voz y ejercer su derecho ciudadano pero principalmente, brindar un debate real y serio sobre la necesidad de este tipo de políticas: «lo que hicimos fue estudiar, prepararnos para poder hablar de esto. Es fácil decir «ah, son unos pacatos, son unos retrogrados», pero yo los invito a dar un debate serio, donde primero conozcan el material del que estamos hablando, lean, porque algunos dicen «no puede ser» y tenemos el material para que lo lean. Los maestros están colaborando muchísimo en todo esto. Tenemos cantidad de maestros, debo decirlo. Maestros, psicólogos, psiquiatras, abogados, familias y todos aportan material, los maestros nos comparten el material. Y así como pudimos ver que lo que estábamos sospechando no sólo era cierto, sino que era mucho más de lo que pensábamos».