El viernes Moody´s elevó la calificación de la deuda soberana de Grecia en dos niveles, a B1, con una perspectiva estable, lo que provocó la caída de los rendimientos de los bonos. Pese a pagar poco, sobraría la demanda, debido a que la deuda griega se destaca entre las opciones que ofrece la zona euro.
Grecia emitirá deuda por segunda vez en el año, envalentonada por la baja del costo de endeudamiento que se dio luego de que Moody’s mejorara la calificación de deuda soberana el viernes pasado.
Así, Atenas le encargó a seis bancos la subasta de un nuevo bono a 10 años, de acuerdo con una presentación hecha en la bolsa hoy. Se espera que la licitación sea mañana, dijo un funcionario del gobierno bajo condición de anonimato, ya que aún no hay una decisión oficial.
En tanto, la emisión de deuda marca otro paso en la rehabilitación del país frente a los mercados desde que se desató la crisis de deuda en la zona del euro; el avance se dio de la mano de Moody´s, agencia calificadora de riesgo que decidió elevar la nota soberana de Grecia en dos niveles, a B1, con una perspectiva estable.
Si bien la deuda griega registra rendimientos en mínimos de 13 años, es probable que los inversores se sientan atraídos por la oferta, dado que aun a estos niveles siguen ofreciendo los rendimientos más altos de la región.
El NG, el ABN Amro y el Raiffeisen Bank son los más castigados hoy, pero salpican también a otras entidades como Danske Bank, Nordea y Deutsche Bank.
“En esta etapa, Grecia se beneficia de grandes reservas de efectivo, por lo que el acuerdo se trata más de probar el acceso al mercado que de satisfacer las necesidades financieras inmediatas”, sostuvo Antoine Bouvet, estratega de tasas de interés de Mizuho International.
La nota otorgada por Moody’s sigue siendo una calificación cuatro niveles por debajo del grado de inversión, y de todas maneras podría resultar atractiva para los inversores. La oferta también se desprendería de una demanda sin precedentes de deuda de la zona euro en lo que va del año a pesar de la preocupación de que la desaceleración del crecimiento en la región afecte la posibilidad de que el Banco Central Europeo aumente las tasas de interés en el corto plazo.
Cabe recordar que Grecia recibió pedidos de más de 10.000 de euros (u$s 11.300 millones) para una venta de 2.500 millones de euros de bonos a cinco años en enero, después de salir de su tercer y último rescate en agosto.
La venta de deuda a 10 años podría aumentar entre 2.000 y 2.500 millones de euros, según los estrategas de Danske Bank, incluido el jefe de renta fija Arne Lohmann Rasmussen.
Los bonos griegos a 10 años actualmente rinden alrededor del 3,67%, en comparación con el 2,76% de sus pares italianos y el 0,17% de los valores alemanes. En el apogeo de la crisis financiera, los bonos griegos rindieron hasta un 44%.
Sin embargo, el comercio de valores del gobierno griego sigue siendo escaso. Los datos del Banco de Grecia muestran que la facturación en el mercado secundario de valores electrónicos, o HDAT, totalizó menos de 1000 millones de euros en febrero, en comparación con un máximo de 136.000 millones de euros en septiembre de 2004.