El primer ministro destacó que lo principal es que no se hayan registrado víctimas y que el suministro eléctrico no haya colapsado por completo.
Los bomberos griegos continúan dando la batalla para contener varios grandes incendios en todo el país, los más importantes a las puertas de Atenas y en la isla de Eubea, todo en medio de una ola de calor sin precedentes, con temperaturas medias de 45 grados y un récord en el norte del país, donde el termómetro llegó a marcar 47,1 grados.
En los suburbios de Varybobi y Adames, más de medio millar de bomberos, centenares de voluntarios y policías, con 150 medios terrestres y 14 aéreos, han pasado toda la noche luchando por controlar la propagación de un incendio que comenzó el mediodía del martes, presumiblemente por la explosión de un poste eléctrico que no resistió la tensión que está registrando la red en todo el país a causa de la ola de calor.
A pesar de que el incendio ha arrasado docenas de propiedades, no se ha registrado ninguna víctima mortal y tan solo siete personas tuvieron que ser ingresadas con problemas respiratorios leves.
El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, quien acudió esta mañana nuevamente al centro de coordinación, destacó que lo principal es que no se hayan registrado víctimas y que el suministro eléctrico no haya colapsado por completo.
Según informaron los bomberos, por la mañana y debido a la humedad, el frente de fuego muestra un mejor panorama, pero se mantiene el temor de que, a medida que avance el día y vuelvan a subir las temperaturas, la carga térmica pueda reavivar algunos focos, sobre todo en los pinares que rodean las zonas afectadas.
En declaraciones a la cadena Skai, Spyros Vrettos, alcalde de Ajarnés, el municipio en el que se encuentran las citadas poblaciones, dijo que el daño es incalculable, ya que decenas de casas se han quemado e innumerables áreas de pinar han quedado reducidas a cenizas. Agregó que el área será declarada en estado de emergencia con el fin de brindar una compensación adecuada a los residentes afectados.
Los incendios de Atenas son el ejemplo más visible de casi un centenar de fuegos que se han desatado a causa del calor extremo y la consecuente sequía.
Mientras la imagen en las islas de Rodas y Kos ha mejorado, la situación en la isla de Eubea, cercana a Atenas, continuaba dramática esta mañana.
Al igual que en los otros incendios, Protección Civil ordenó la evacuación temprana de muchos pueblos, lo que por ahora ha evitado que haya víctimas. El incendio forestal se declaró el martes junto al lago de Eubea, en una zona de grandes pinares en el norte de la isla, y por la mañana seguía descontrolado.
Los bomberos han estado toda la noche luchando por contener las llamas, una batalla complicada debido a que los vientos cambian constantemente de dirección.
Según indicaron los bomberos, el perímetro en llamas supera los nueve kilómetros y se extienden desde los pueblos de Drymonas y Kurkuli hasta las aldeas de Jronia y Sepiada, cuya población ha sido evacuada.
Grecia está pasando estos días por la peor ola de calor de los últimos 40 años, a lo que se añaden vientos que alcanzan fuerza 6 en la escala Beaufort, dos ingredientes que, sumados a las malas condiciones de la red eléctrica, forman el peor cóctel posible.