La Secretaria General de UTEN, Griselda Ferrelli habló en la 99.9 acerca de la situación que atraviesan y que los ha llevado a una retención de tareas.
El estado deplorable del sistema de salud en la provincia de Buenos Aires no entiende de colores políticos de los municipios, ni de temas geográficos. El panorama se repite en cada distrito como sucede en Azul donde los auxiliares de enfermería están desesperados porque, además de que cobran poco y trabajan con muy pocos recursos, les han bajado las horas de trabajo para abaratar “costos”.
La Secretaria General de UTEN en esa ciudad, Griselda Ferrelli habló en la 99.9 contando la difícil situación que atraviesan: “el hospital de Azul está pasando por una situación crítica, lo mismo que los de Chillar y Cachari, que son de la zona. La semana pasada nos enteramos que el Ejecutivo Municipal decidió recaudar fondos a través de los empleados, ya sea en el municipio como en el hospital. Hay reducción de horas de trabajo de cada obrero del hospital y obviamente, eso repercute muchísimo en nuestros bolsillos, porque somos personal que en un momento fuimos esenciales, seguimos siendo los esenciales, pero antes éramos héroes y ahora somos nada. Estamos trabajando sin insumos porque no hay algodón, no tenemos sábanas, y la mayoría de las veces la medicación es escasa. La semana pasada estábamos trabajando sin sueros, no había guantes; es como en toda la provincia de Buenos Aires, El gobernador Kicillof está gastando 96.000 millones en pautas publicitarias, esa plata debería ser destinada hacia los municipios de la provincia para abastecer hospital, escuelas y seguridad”.
Desde el municipio, consideran que la forma de achicar gastos para que los recursos alcancen está vinculada a pagarle menos a los empleados. Completamente ilógico: “se tomó esa atribución el intendente, tanto él como el secretario de salud y el subsecretario. Nosotros, la parte del hospital, pedimos la renuncia de ambos porque son personas nefastas. El secretario de salud fue médico del hospital, trabajó con nosotros, una persona totalmente grosera y mal educada. Lo mismo que el subsecretario, que es un contador, yo no sé si sabrá cómo se hace una curación o cómo se atiende un paciente. En nuestro hospital han presentado la renuncia el director y el vicedirector. También han renunciado los directores de Cachari y Chillar y piden también la renuncia de estas dos personas que se dicen ser secretarios de salud”.
En Mar del Plata el Hospital Regional está abandonado, pero se puede explicar porque el intendente es de otro color político. Sin embargo, en Azul pasa todo lo contrario: “la intendencia responde a los K o a la Campora; es un poco de cada cosa. Venimos con un municipio fundido desde hace ocho años. Vivimos con el corazón en la boca porque estamos laburando a brazo partido, con poca gente, sin insumos, para conseguir un termómetro tenemos que recorrer todo el hospital, o para conseguir un par de guantes hay que subir y bajar escaleras. Como enfermera y como personal del hospital, es paupérrimo lo que está pasando”.
Ahora se redujeron las horas de atención y se fusionaron o cerraron áreas, todo lo contrario a lo que debería suceder: “la atención es cada vez menor, siempre falta gente, corren a la gente de un lugar para otro. Estamos trabajando presionados, porque las jefaturas nos presionan para hacer las cosas hay que hacer. En este momento los chicos están con retención de tareas y hoy se ha organizado una marcha para las 5 de la tarde”, adelantó Ferrelli.
Saben que la posibilidad de mejorar la situación es casi nula, pero es realmente algo insostenible para los profesionales de la salud: “muchas veces el ser combativo te desgasta un poco. Yo con 40 años de profesión, estoy ganando 500 mil pesos. Uno se ha capacitado voy a congresos y esa plata sale todo de tu bolsillo. Los chicos que son licenciados, no llegan al millón de pesos. El intendente tiene el tupé de decir que somos la comuna que más gana pero es la comuna que más gente contratada tiene por favores políticos y somos los últimos orejones del tarro. Debería sacar los contratados y recauda de ahí; no tocando el bolsillo de la gente que es esencial”.