El escritor opinó sobre el documental de Netflix acerca del caso Nisman y criticó la mirada que la producción audiovisual eligió para relatar los hechos. “Nisman descubrió una complicidad entre el gobierno de Cristina y los iranies”, manifestó al aire de Noticias & Protagonistas.
Gustavo Perednik, escritor y intimo amigo del fallecido Alberto Nisman, habló con la FM 99.9 desde Israel para referirse al documental de Netflix acerca del caso del fiscal y sobre las políticas internaciones en relación al terrorismo actual. “El atentado a la AMIA fue perfectamente descifrado por Alberto Nisman. En su dictamen sabe cómo Irán lo perpetuo, con qué protagonistas, cómo movió el dinero, cómo hizo llegar a los terroristas, todo esto está demostrado. Por lo tanto, tengo una gran deflación cuando escucho que entrevistan al cerebro del atentado, Mohsen Rabbani que tiene la sangre de 85 argentinos en sus manos. Es muy desalentador”, contó.
“Nisman descubrió una complicidad entre el gobierno de Cristina y los iranies que tenía como objetivo para ellos darles impunidad absoluta sobre los atentados terroristas en Argentina y para ella mucho dinero. Vio que el mismo estaba siendo entregado a los iranies por los agentes argentinos, hizo la denuncia perfectamente demostrada y lo mataron. Esto generó ecos en el mundo entero porque en la democracia no se acostumbra matar a un fiscal porque investiga a la presidenta. Nisman entendió que lo iban a echar entonces apresuró su denuncia y así lo mataron”, aseguró en relación a los últimos días vivos del fiscal.
En cuanto a la producción audiovisual de la compañía de streaming dijo: “El documental en vez de concentrarse en quién mató a Nisman, que a mi juicio es lo que debería haber hecho, puso la pregunta en una cuestión totalmente superada de si a Nisman lo mataron o no y esto me desilusionó mucho. Está demostrado que a Nisman lo mataron. Está más concentrado en la cuestión de Nisman y su denuncia”.
Al pasar al tema de las políticas estadounidenses activas para combatir el terrorismo declaró:”Después de ocho años de pasividad de Obama, que no sólo no actuaba sino que se acercó a Irán. Se consideraba que apaciguar a los iranies era el camino hacía la paz y demostró absolutamente lo contrario. Hoy surge un gran contraste en la política norteamericana. Quedó demostrado que uno para vencer al mal tiene que enfrentarlo, no negarlo”.
“La izquierda ha perdido el ritmo, todos sus dogmas han caído. Perdidos cómo están ya no saben a qué aferrarse y se aferran a lo peor, regímenes fascistas, iluminados religiosos a los que tendrían que espantar y ellos no, se unen a estos regímenes. Perdieron todos sus ideales, más que la robolución, se dedican a robar los países en los que están”, afirmó en el cierre.