El investigador cordobés Gustavo Pigino, se refirió en la 99.9 al avance que descubrieron para la prevención de estas enfermedades: “hay un defecto en el trasporte axonal de las neuronas que se genera por una desregulación, lo que podemos hacer es regularizarlo con fármacos”; explicó.
La lucha contra enfermedades como el Alzheimer o el Parkinson sigue adelante y uno de los importantes descubrimientos que se ha dado en los últimos año se generó en un laboratorio cordóbes. El Instituto de Investigación Médica “Mercedes y Martín Ferreyra” junto con la Universidad de Illinois, Chicago en Estados Unidos se articularon para constatar un descubrimiento que podría generar un medicamento para frenar el efecto de ambas enfermedades.
Quien comanda el grupo es el investigador Gustavo Pigino que habló en la 99.9 indicando que “hace 15 años que trabajamos con esta hipótesis que tiene que ver con una función vital de las neuronas afectadas por estas enfermedades que es el transporte axonal y lo que vemos es que, con estas enfermedades y en modelos animales, hay defectos en el trasporte”.
Después de la validación que hicieron científicos fuera de su propio laboratorio, se constató que había mutaciones en proteínas motoras que producían paraplejia espástica: “la novedad es que este defecto en el transporte no está causado por mutaciones genéticas sino por un sistema de regulación que se provoca por distintas causas en estas enfermedades”.
Al descubrir que esto sucede, vieron la manera de abordarlo: “esa desregulación podría controlarse con fármacos que se utilizan en otras enfermedades. Lo que se puede hacer entonces es prevenirla o hacer más lento el proceso, no curarla. Lo que tenemos que hacer en los próximos 5 o 10 años es revalidar esto en los modelos animales para prevenir el proceso de la enfermedad”, destacó Pigino.
Sabe que mucho de lo que puedan avanzar en la investigación está directamente relacionado a los recursos que puedan obtener, pero se puso el plazo de una década para hacer efectiva la tarea que tienen por delante: “la evolución de nuestra tarea dependerá de la financiación que podamos obtener del gobierno. Creemos que en 5 o 10 años se podrá al menos tener un fármaco efectivo para enlentecer el proceso ya que en la actualidad sólo se pueden enumerar los síntomas”.
Podría tratarse de un avance muy importante por la alta cantidad de casos de Alzheimer y Parkinson que hay sobre todo a partir de cierta edad: “el cerebro no deja de ser una máquina y con el correr de los años empiezan a fallar. Algunas estructuras empiezan a malfuncionar antes que otras y como la medicina avanza, vivimos más tiempo y se generan más fallos. Un 50% de la gente que pasa los 80 años tiene Alzheimer, es un dato establecido”, especificó el investigador.
Los desafíos entonces son dos y uno de ellos ya están en el camino de resolverlo: “debemos diseñar mecanismos que nos permitan mostrar rápidamente que uno tiene el inicio de la enfermedad a través de procesamiento de imágenes y algo que permita hacer el proceso más lento”, finalizó.