La medida la dispuso el Banco Central con una inversión de US$70 millones. Podrán recargarlos las estaciones de servicios, farmacias o “súper”.
Con una inversión de 70 millones de dólares, cadenas comerciales de supermercados, farmacias, estaciones de servicio, grandes superficies, kioscos y cooperativas instalarán este año 7 mil cajeros automáticos que no serán administrados por los bancos sino por los mismos establecimientos o por terceros.
La iniciativa es una consecuencia de la decisión que el Banco Central tomó el año pasado de permitir que los cajeros automáticos ya no tengan que estar asociados a un banco, aunque sí con las redes tradicionales de cajeros como Link y Banelco.
“Este año instalaremos 2.800 cajeros en comercios y estaciones de servicios. Ya hicimos el año pasado una primera experiencia con YPF, donde instalamos cajeros del tipo recicladores que permiten a la estación de servicio recargarlo con efectivo”, destacó a Télam el gerente de la Red Link, Jorge Larravide.
El empresario destacó que “uno de los mayores costos hoy es el transporte de caudales”, y señaló que en el caso de estos cajeros automáticos no asociados con bancos “Red Link se encarga de controlar la seguridad, monitorear su funcionamiento y atender su mantenimiento”.
También subrayó que la empresa está trabajando “con la modalidad de cajeros automáticos administrados 100 por ciento por sus dueños”, y precisó que “en este caso se trata de empresas que compran los dispensadores de dinero, controlan la seguridad y se conectan con una de las redes existentes para efectuar la operación”.
Este es el caso de Odyssey Group, una compañía con 12 años de experiencia en los Estados Unidos, donde posee 1.000 cajeros automáticos propios y administra otros 5.000, y este año comienza a ofrecer sus servicios en la Argentina.
“Vamos a empezar a instalar en el primer semestre de este año”, indicó a Télam Sebastián Ponceliz, director ejecutivo de Odyssey, quien precisó que la compañía está en proceso de instalar “2.000 cajeros recicladores para 10 clientes, en promedio 200 para cada uno, que son cadenas de supermercados, farmacias, kioscos, estaciones de servicios y cooperativas”.
“El costo del traslado de dinero es del 8%, con lo cual la instalación de estos cajeros representará un ahorro importante para su dueño”, acotó.
“Un cajero cuesta entre US$8.500 y US$10.000”, precisó Ponceliz, quien indicó que en el caso de los cajeros que son 100% propiedad de sus dueños “el costo de extracción va de $36 a $120”.
El ejecutivo sostuvo que “el Banco Central se transformó en una institución hiper moderna alineada con lo que pasa en el mundo”, y aseguró que la entidad “tiene mucha intención de modernizar el sistema bancario”.
Puntualizó que “la Argentina tiene déficit de oferta en cajeros automáticos”, y remarcó que “hay 14.000 cajeros instalados, cuando deberían haber 50.000”.
Por su parte, el gerente de Desarrollo de Negocio de Prisma, Gustavo Rodríguez Colman, indicó que desde la empresa que administra la red Banelco están “acompañando el proceso, le va a hacer muy bien al sistema financiero porque ayudará a la expansión de cajeros”.
De todos modos, advirtió que “los cajeros requieren seguridad”, por lo cual consideró que es preciso “ser responsables a la hora de homologar un nuevo cajero de la red”.
“Es un modelo de negocios que se está probando. Va a ser muy útil para la gente. Tenemos unos pilotos que lanzamos con YPF y estamos evaluando mucho la rentabilidad del modelo. No se trata sólo de expandir el negocio, sino también hacerlo de forma segura”, indicó Rodríguez Colman.
Por su parte, el director financiero de Walmart, Mariano Manfrini, indicó a Télam que la empresa acaba de presentar “una prueba piloto en nuestro hipermercado de Pilar de un cajero reciclador”, y destacó que “eso nos convierte en la primera empresa de comercio minorista en implementar este sistema, el cual implica abastecer al cajero con el excedente de línea de caja”.
“De esta forma nuestros clientes cuentan con un disponible de efectivo mayor para sus extracciones, a la vez que se reducen los costos logísticos y de transacción entre nosotros, el banco y la empresa de transporte de caudales”, señaló Manfrini.