Habló la mujer que perdió un ojo en los incidentes de Monte Hermoso

María Rosa Ustares tiene 51 años y acaba de perder su ojo izquierdo. El sábado a la noche, mientras participaba de la manifestación a metros de la casa del intendente de Monte Hermoso, un efectivo le disparó a quemarropa y una bala de goma le destruyó la masa ocular.

incidentes-en-Monte-HermosoEsta tarde, desde el Hospital Penna donde permanece internada, habló con LA BRÚJULA 24 y aseguró que el efectivo literalmente la fusiló a menos de cuatro metros de distancia.
“Llegó un móvil, se bajaron los efectivos, empezaron los disparos, la gente corrió a la esquina y quedé en el medio de la vereda parada para que no me tiren. Un policía, a quien conozco perfectamente, se baja del móvil, saca la escopeta y me fusila. El ojo me estalló, me salió mucha sangre y me desvanecí”, reconoció Ustares en el programa “Deberías saberlo”.
Además, reconoció indignada que “me arruinaron la vida. Si no giraba la cara me mata porque la bala hubiese impactado en la sien. Me disparó a mi, no hay posibilidades que se haya confundido”.

“MIS HIJOS VIERON A KATHERINE CORRIENDO Y AL NIETO DE GONZÁLEZ PERSIGUIÉNDOLA DETRÁS”

Luego, Ustares relató la incertidumbre vivida durante los momentos previos al hallazgo del cuerpo de Katherine Mososo: “el día que encontraron a la nena nos mandaron a todos los vecinos al Sauce Grande y Katherine aparece en el mismo lugar donde habíamos rastrillado el día anterior. La chica ahí no estaba, te lo puedo asegurar”.
“Canini (González) era un hombre que vivía solo y mantenía relaciones consentidas con la chica. Detrás de la casa de él vive una amiga de Katherine. Ella iba siempre, supuestamente a limpiarle la casa, era común verla en ese lugar. Los allanamientos previos a encontrar el cuerpo de la nena se realizaron en la vivienda de este hombre”, sintetizó la mujer cuando fue consultada respecto a la sospecha que existe en torno al sujeto que fuera linchado horas después de la aparición de la joven de 18 años.
Por último, brindó un dato que puede aportar una línea más a la investigación: “Ese domingo a las 8 de la mañana mis hijos vieron que el nieto de González la corrió y ella intentó escaparse. Luego no lograron observar si logró o no atraparla. La gente en Monte sabía quiénes eran los sospechosos y recién el viernes se allanó la casa de este señor, por eso la bronca”.