El presidente de la Asociación de Profesionales de IOMA, Idelmar Seillant, indicó en la 99.9 que se han presentado ante la Justicia con unas 800 denuncias de afiliados a la obra social que dejaron de percibir sus drogas oncológicas por falta de pago a los proveedores. “Hoy se tiene que hablar de la salud a 15 años, no para mañana; si no estamos perdidos”, resaltó.
Las obras sociales de Argentina están atravesando un proceso realmente preocupante de crisis y vaciamiento del sistema, que ya está llegando a límites absolutamente inhumanos.
El presidente de la Asociación de Profesionales de IOMA (APIOMA) denunció en la 99.9 una situación que ya fue presentada ante la Justicia y que tiene que ver con el cese de entrega de drogas oncológicas por falta de pago a los proveedores. En principio, el Dr. Idelmar Seillant explicó que “IOMA es la obra social más grande de Argentina en prestaciones médicas. Tiene 2 millones de afiliados, trabajamos 2.500 empleados en todo Buenos Aires y maneja un presupuesto de 8.184 millones de pesos en 2013, que es el equivalente a tres provincias argentinas. Es una de las obras sociales que menos trabaja el tema de prevención”.
El manejo de esos fondos empezaron a ser sospechosos. Por eso, los propios profesionales decidieron controlar qué pasaba en su lugar de trabajo: “hemos formado una asociación de profesionales por la gran malversación de recursos y corrupción interna. Pero como no encontramos respuestas, formamos un sindicato que se llama SUTTIOMA. Hemos llevado a la Justicia una serie de denuncias complejas”.
Sobre la situación que están atravesando en la actualidad, Seillant destacó: “la semana pasada recibimos 700 u 800 denuncias de afiliados directos de IOMA que tienen un sistema de patologías crónicas que junta 4 o 5 laboratorios que entregan las drogas oncológicas a los afiliados. Hace 25 días se cortó la distribución de la droga, sin tener en cuenta el costo social ni el de la enfermedad; tampoco la angustia que esto genera en el paciente”.
A pesar de que hicieron una denuncia pública al respecto, ningún funcionario se acercó para interiorizarse sobre el tema y brindar su apoyo, algo que sorprendió a todo APIOMA: “nos resultó muy pesado que nadie apareciera denunciando esto, ni diputados, ni abogados o casas de altos estudios. Todos están extasiados respecto de cosas graves que están sucediendo”. La solución para ello es denunciar: “tenemos que comprometer con nombres y apellidos a todos los que son observadores directos de la corrupción social. Estamos hablando de profesionales con ética y nivel científico”.
La legislación es uno de los grandes déficit en el área de Salud, porque no se trata de manera integral sino que se acercan proyectos estratégicamente para afecciones en particular: “hay un grupo de vivos que va sacando leyes por enfermedad en vez de tener una ley de Salud para todos. De todas, hay muchas que no se cumplen. Esto está manejado por un conjunto de vivos”, aseguró Seillant.
Ya alejado de su labor de médico clínico, Idelmar Seillant se mostró escéptico respecto de cómo se lleva adelante la política sanitaria: “no entiendo este sistema donde un médico te atiende a las 10 de la mañana y a las 6 de la tarde no lo encontrás más o tenes empresas de emergencias médicas porque no existen médicos de familias. Es un sistema materialista que deja de lado el sentido humano y al paciente”.
Mientras siguen con las denuncias, pidió que se plantee el tema con la seriedad necesaria: “hoy se tiene que hablar de la salud a 15 años, no para mañana; si no estamos perdidos”.