Según informó The Washington Post, citando un informe interno del Pentágono y varias fuentes de Defensa, hackers chinos obtuvieron datos sobre los nuevos sistemas de armamento que está desarrollando Estados Unidos.
Entre los sistemas atacados se encuentran los programas de defensa más importante del país norteamericano: el PAC-3, nuevo modelo para el sistema de misiles Patriot; el THAAD, defensa tierra-aire contra misiles balísticos; las actualizaciones del caza F/A-18, de la aeronave de rotores V-22 Osprey y del helicóptero Black Hawk; y el programa más caro en la historia del Pentágono, los futuros cazas F-35.
El listado de armamento afectado fue detallado en un apartado del informe interno del Pentágono, elaborado por el Consejo Científico de Defensa. Allí no se dice que China sea el cerebro de los ataques, pero los expertos del sector y mandos de Defensa aseguraron a The Washington Post que Pekín está detrás de esas operaciones.
El Pentágono había denunciado ya hace un tiempo que China intentó vulnerar la seguridad de sistemas informáticos en sectores estratégicos. Se espera que el presidente Obama plantee la cuestión a su homólogo chino, Xi Jinping, durante la visita oficial que éste realizará dentro de dos semanas a Estados Unidos.
Los ataques han sido dirigidos contra las empresas encargadas de la producción de determinadas piezas. Northrop Grumman, por ejemplo, indició que está experimentando un gran número de intentos de penetración en sus sistemas informáticos. Por su parte, Lockheed Martin considera que sus propias defensas se han demostrado fuertes y que varios ataques fueron dirigidos a varios puntos de su cadena de suministros.