La situación se agravó tras el magnicidio del presidente Jovenel Moise a mediados de 2021. Las bandas armadas dominan el país.
Haití vive un infierno. En el último episodio de una violencia incontrolable, una multitud le arrebató a la policía a 13 presuntos pandilleros detenidos y los quemó vivos con neumáticos empapados con nafta en una zona de Puerto Príncipe, su capital.
El linchamiento colectivo es una muestra clara del estado de anarquía que vive este país del Caribe, el más pobre y violento de la región.
“La situación es caótica. No hay electricidad, hay miseria. La confusión es total. La gente abandona la ciudad. Por la noche, las pandillas gobiernan”, dijo a TN el empresario y político Ralph Francois, que por motivos de seguridad jamás dice dónde se encuentra y rara vez duerme en el mismo lugar.
Las pandillas gobiernan amplias zonas del país, en especial en la capital. Asesinan, secuestran, violan, roban, golpean. Son dueños de la vida y de la muerte de todos los haitianos.
“La situación de seguridad se agravó mucho desde el asesinato del presidente Jovenel Moise en julio de 2021″, dijo a TN la subdirectora para América Latina y el Caribe del Crisis Group, Renata Segura.
“Aunque la existencia de pandillas data de hace muchas décadas, y estos grupos siempre han tenido relaciones cercanas con sectores de las elites políticas y económicas, el vacío de poder generado por el magnicidio y las dificultades para establecer un gobierno efectivo de transición generaron las condiciones ideales para que las pandillas se fortalezcan y compitan entre sí para controlar nuevos territorios”, prosiguió.
Cómo fue el linchamiento de 13 pandilleros en Puerto Príncipe
En ese contexto de violencia creciente, una multitud de pobladores dijo basta. Un grupo de 13 presuntos delincuentes habían sido detenidos por la policía en el distrito de Canape Vert, en la capital.
Viajaban en un minubús y estaban armados. Los vecinos rodearon a la policía y le arrebataron a los detenidos. Entonces arrojaron neumáticos a la calle. Un testigo, identificado como Edner Samuel, dijo a AP que la multitud golpeó y apedreó a los delincuentes antes de rociarlos con nafta y prenderles fuego.
Samuel dijo que los sospechosos se dirigían a otra zona de la ciudad para sumarse a un grupo de pandilleros que se enfrentaba con policías. Otro testigo, Jean Josue, dijo que en la zona se escucharon varios disparos durante la noche.
Se cree que los sospechosos eran integrantes de la pandilla Kraze Barye, que se traduce como “Rompiendo Barreras”. El grupo es dirigido por Vitel’Homme Innocent, acusado de complicidad en el secuestro de 17 misioneros estadounidenses en octubre de 2021 y vinculado con el asesinato de Moïse.
“En respuesta a la creciente gravedad de la situación, algunos grupos de ciudadanos han organizado grupos de autodefensa. Aunque es entendible que los haitianos tomen medidas extremas como auto organizarse, raramente la toma de la justicia en manos privadas resulta bien, y los lamentables hechos de hoy solo indican que habrá más violencia en este país caribeño”, dijo Segura.
El infierno de vivir en Haití
Ralph Francois suele mantener un contacto periódico con TN. Viaja constantemente a Canadá, donde está radicada su hija. En Haití nunca duerme en el mismo lugar. Teme ser víctima de un secuestro.
“Las pandillas no tienen límites”, afirmó en un diálogo vía Whatsapp.
“Tengo a mi hija en Canadá y viajo muy a menudo. No dejo que nadie sepa dónde estoy. Nadie sabe cuándo estoy en Haití o en el extranjero. Para la protección de mi familia, debo guardar la más perfecta confidencialidad. Nadie debe saber dónde estoy”, comentó.
Para este empresario y político haitiano, vivir en Haití “es cada vez más difícil. Nadie se salva. Las pandillas tienen la capacidad de matar a cualquier ciudadano inocente. El nivel de criminalidad es inhumano”, señaló.
Para Segura, “la policía nacional de Haití no tiene ni el número de efectivos ni el armamento ni la capacidad para controlar a estos grupos, que han sembrado el terror dentro de la población de Puerto Príncipe y recientemente en otras zonas del país”.
“Aunque el gobierno de Haití, junto con el secretario general de la ONU (Antonio Guterres) han dicho que es necesario enviar una fuerza multinacional para ayudar a la policía a recuperar el control de los territorios y parar la violencia y los abusos a los derechos humanos, ningún país ha querido liderar esta misión”, concluyó.