El equipaje fue adquirido por una familia a un almacén local de Auckland y contenía a dos menores de entre cinco y 10 años.
Dos maletas presuntamente compradas por una familia de la ciudad neozelandesa de Auckland la semana pasada en una subasta contenían los restos de dos niños de entre cinco y diez años, según informó este jueves la Policía del país oceánico.
El inspector de la Policía de Nueva Zelanda Tofilau Faamanuia Vaaelua dijo que los restos humanos de los niños, cuyas identidades se desconocen, probablemente hayan estado almacenados durante unos tres o cuatro años.
“Los cadáveres estaban ocultos en dos maletas de tamaño similar (…) Creo que las maletas han estado almacenadas durante varios años”, según dijo Vaaelua en una rueda de prensa retransmitida por la emisora Radio New Zealand.
El jefe policial precisó que la investigación en torno a la muerte de los menores, cuyas identidades se intentan determinar a través de los análisis forenses de ADN, se centra en los detalles en torno a cómo y por qué murieron.
El equipo de investigación policial “también está trabajando muy duro para hacer rendir cuentas a la persona o personas responsables de la muerte de estos niños“, agregó.
“La naturaleza de este hallazgo plantea algunas complejidades a la investigación, especialmente dado el tiempo transcurrido entre el momento de la muerte y el del descubrimiento”, precisó el detective, al agregar que los familiares de las víctimas se encontrarían en Nueva Zelanda.
La Policía de Nueva Zelanda comenzó a investigar el pasado 11 de agosto el hallazgo de los restos humanos en esas valijas, después de que una familia de Auckland presuntamente se llevara a su vivienda en un remolque diversos artículos que había ganado en una subasta de bienes abandonados.
Vaaelua acotó que la familia que halló los restos no está relacionada con la muerte de los niños y pidió a la prensa y al público que respeten su privacidad.
La Policía, que no ha confirmado si ha interrogado al dueño del almacén que organizó la subasta, considera que la investigación será complicada dada que la recopilación de las imágenes de las cámaras de seguridad del almacén tendrá que remontarse a muchos años atrás.