En 45 días se retiraría el agua que cubre la Ruta 7 a la altura de La Picasa – “Al no haber ingresos y como están egresando 10 metros cúbicos por segundo, más lo que produce la evaporación, ha llevado a que baje casi un centímetro por día”, expresó Juan Carlos Duhalde, presidente del Comité de Cuenca de la laguna.
Las grandes inundaciones que azotaron la región en 2017 dejaron parte de la traza de la ruta Nº7 a la altura de la laguna La Picasa sumergida bajo el agua, más exactamente desde el pasado mes de abril.
A raíz de ello la Dirección Nacional de Vialidad elaboró un proyecto para construir un desvío de 28 kilómetros de la Ruta 7 que rodee la laguna La Picasa hacia el sur y permita así retomar la transitabilidad de la carretera nacional, proyecto que se iniciaría a mediados de este año.
Hoy, el panorama en el sector es otro y la laguna que en su momento cubrió de agua alrededor de 40 mil hectáreas hoy se encuentra bajando paulatina y sostenidamente. La falta de ingreso de agua a la laguna debido a las escasas precipitaciones es sin dudas uno de los motivos. Y una vez que se libere de agua la ruta en dicho tramo podría volver a ser transitable.
Juan Carlos Duhalde, presidente del Comité de Cuenca de La Picasa dialogó con Democracia y explicó la situación actual de la traza y las expectativas para una vez que el agua se retire, además de las obras que aún se requieren para evitar que vuelva a inundarse la zona.
“Nos resulta inexplicable que la Provincia no autorice las obras para terminar dos o tres proyectos y poder bajar más rápido el pelo de agua de la laguna y dejar la ruta libre”.
Baja un centímetro por día
Aún quedan 35 cm de agua sobre la Ruta, que poco a poco se retira en condiciones normales.
“Calculamos que si no se frena el bombeo en la alternativa sur en 45 o 50 días la ruta estará libre”, confía Duhalde desde el Comité de Cuenca de La Picasa, en donde se realiza, entre muchas otras gestiones, el monitoreo constante de la laguna.
La pregunta, más allá de la buena noticia de la baja del agua, es cómo va a estar la ruta, el día después luego de permanecer inundada durante tantos meses.
“Creemos que va a estar bien una vez que baje el agua del todo, porque la ruta no está asentada sobre tierra como una ruta común. No tiene un terraplén sino un pedraplén, está hecho con piedra abajo, con lo cual tenemos la esperanza de que ande bien. No digo que no vaya a tener algo que reparar pero el grueso de la traza va a estar bien, con pequeñas reparaciones se va a poder empezar a utilizar”, indicó.
Desde hace más de dos meses La Picasa no crece, es decir que su caudal se estabilizó y luego comenzó a bajar de nivel.
La sequía actual, generada por las altas temperaturas y las bajas precipitaciones, beneficia la situación de La Picasa y por ende el retroceso del agua de la calzada de la Ruta Nº 7.
“Al no haber ingresos a la laguna y al estar egresando 10 metros cúbicos por segundo, más lo que produce la evaporación, realmente esto ha llevado a que la laguna baje casi un centímetro por día”, expresó Duhalde.