Es porque con la eliminación de internos pagarán menos para nacionalizar los vehículos. La reforma tributaria se aprobaría hoy y se comenzarían a liberar los depósitos. Los 0 km de alta gama bajarían 7%. El stock se acumula desde hace dos meses con un costo adicional para las empresas.
Las automotrices están expectantes por la suerte de la reforma tributaria que hoy se trata en el Congreso. No es para menos. Dentro de ese proyecto están incluidos los cambios de los Impuestos Internos para los 0 km de mayor precio. Esta es una medida que vienen aguardando desde que el ministro Nicolás Dujovne la anunció a fines de octubre y que provocará una baja de precios de alrededor de 7% en esa franja de vehículos. Pero no es sólo eso. El apuro para que esta medida entre en vigencia tiene que ver también con los problemas operativos y financieros que su demora está provocando en las empresas. Se estima que hay en el puerto de Zárate unos 10.000 autos varados a la espera de la rebaja impositiva. “No tenemos el número exacto, pero deben ser 10.000 vehículos o más”, señaló una fuente del sector. Sólo Volkswagen -que es la empresa líder del mercado con 16% de participación- tiene 1.600 autos en esta situación.
Ante la inminencia de este cambio tributario, las terminales e importadores paralizaron la nacionalización de vehículos debido a que aranceles, anticipos y otras cargas se hubiesen pagado sobre un precio que, cuando rija la norma, será menor. En cuanto la baja de Internos sea ley, todas esas unidades ingresarán al país para enviarse a las concesionarias. La mayoría de esos vehículos ya tienen dueños potenciales.
Para las empresas, mantener los autos en los depósitos portuarios tiene un costo adicional importante. Por cada día de guarda, se paga $60 por vehículo, pero cuando se pasan más de 20 días de estadía, el canon sube a $250 diarios. Gran parte del stock de autos ya hace varias semanas que esperan la rebaja impositiva en Zárate, prácticamente desde el anuncio del ministro. A esto se suma que esta parte del año es de gran flujo de ingreso de autos porque estacionalmente la demanda crece por compradores que van a patentar en enero para sacar la unidad como modelo del año siguiente. Si algo faltaba para aumentar el costo de espera, la suba del dólar complica a las empresas del sector. Los aranceles y los anticipos tributarios se calcula por una base imponible medida en pesos al multiplicar el precio CIF por el valor del tipo de cambio. Para un modelo de u$s10.000 de precio CIF, la suba de $17,5 a $18,5 le significa un costo adicional de $3.500 sólo de arancel. Además del impacto económico, ya no hay espacio físico en la terminal portuaria para stockear más 0 km.
Las automotrices estaban esperanzadas conque el cambio tributario saliera por decreto para evitar este problema. Así se lo dieron a entender desde el Gobierno, pero todo indica que la reforma se aprobará hoy (ver pág. 10) y, entonces, la modificación de Internos comenzará a regir cuando se reglamente. La idea del decreto fue perdiendo fuerza en los últimos días ante la resistencia para aprobar la reforma previsional. En medio de la discusión sobre si se estaban bajando o no las jubilaciones, no era conveniente poner en marcha una baja de impuestos a los autos de alta gama.
El Gobierno prometió eliminar este tributo para los modelos de entre $380.000 y $800.000 de precio mayorista ($540.000 a $1.200,000 al público) y subir a $900.000 la escala más alta que tributa un 20% de Internos. Algunas marcas, ante el anuncio del Gobierno, decidieron anticipar la rebaja de precios de los autos afectados para evitar que se frenen las ventas debido a compradores que especularan con esperar al descuento cuando se efectivizara la medida. De todas maneras, en las marcas premium aseguran que pese a esta decisión se sintió el impacto de la menor demanda.