El secretario de la Casa de Italia, Alfonso Vóttola, se defendió así de las acusaciones que recibió la institución sobre un supuesto aval para que se traslade el monumento de Cristóbal Colón a Mar del Plata. “Firmamos una nota donde se indicaba que si la estatua se quitaba, sería bienvenida en Mar del Plata. Nada más, no la pedimos”, comentó esta mañana en la 99.9.
El controvertido traslado del monumento de Cristóbal Colón desde la Casa de Gobierno a Mar del Plata, tenía un capítulo pendiente: la “pata marplatense” de la comunidad italiana que avaló y brindó el visto bueno para que el intendente Gustavo Pulti accionara la intención de que se traiga a nuestra ciudad.
Las acusaciones apuntaban a la Casa de Italia. Por ello, esta mañana en la 99.9 dio su versión Alfonso Vóttola, secretario de la entidad, destacando que “en una reunión con el Intendente en el año 2011, cuando el presidente de la Casa de Italia era Alberto Materia, nos hizo el comentario de que el Gobierno nacional posiblemente sacara el monumento a Cristóbal Colón que estaba detrás de la Casa de Gobierno. Después, el Centro Lígure de Mar del Plata pidió que lo acompañáramos en la presentación para que el monumento viniera a la ciudad. Tanto Materia como yo firmamos una nota donde se indicaba que si la estatua se quitaba, sería bienvenida en Mar del Plata. Nada más que eso, no la pedimos”.
A su vez, Vóttola brindó un dato que hasta el momento no se había referido: “nos dijeron que si sacaban el monumento los gastos corrían a cargo del gobierno boliviano, que destinó una partida de plata para la remoción y el traslado a Mar del Plata. Enterados de esto, dijimos que sí; no creemos que sea un desagravio a la colectividad, por el contrario. Como marplatense, qué mejor que ocho millones de turistas que pasan por Mar del Plata vean una estatua que se iba a tirar en un galpón”.
Vóttola fue uno de los que participó en una reunión realizada en Buenos Aires hace un par de semanas, donde se buscó una resolución a la cuestión antes de que la justicia deteminara que el monumento no podía trasladarse. A pesar de ello, insistió: “no queremos que se quite del lugar donde está. Pero si es intención de las autoridades argentinas sacarlo, bienvenido será en Mar del Plata. Cuando estuve en Casa de Gobierno con el Dr. Parrilli, dije eso”.
Dejando planteada esta posición ambigua, coincidió con el testimonio de Mónica Rizzo y consideró que la cuestión política se vuelve preponderante en el tema: “soy pro-secretario del Cómite y puedo asegurar que la Dra. Rizzo no habló de ciertas cosas con las autoridades argentinas. Esto no le puede molestar a nadie, porque una vez que uno regala algo no es el dueño del regalo; quien lo recibe, puede hacer lo que quiere”. Luego abundó: “esto se está politizando a nivel argentino y también italiano, porque el año que viene hay elecciones a nivel cómite, entonces hay algún pícaro que quiere sacar ventaja política de este tema. Pero nosotros no tenemos mala fe y no queremos confrontar con ninguna autoridad”.
Todo se resume entonces a una pelea entre sectores de la comunidad italiana que tiene al intendente Gustavo Pulti en el medio, aprovechando la situación. “Hay mucha gente que envidia la Casa de Italia porque siempre estuvimos abiertos a brindar ayuda y difundir todo lo que sea la comunidad marplatense”, concluyó Vóttola.