Esta mañana en la 99.9, el militante del Partido Obrero de Formosa, Lucas Merlo, explicó cómo el gobierno de Gildo Insfrán reprime a la comunidad Qom y a quienes apoyan su causa. “El Gobierno no se sienta a dialogar con nadie y trata de imponer su forma de ver las cosas”, advirtió.
Las comunidades de pueblos originarios en el norte del país viven una situación muy compleja, con persecuciones, agresiones e incluso muertes en situaciones muy dudosas. Situaciones que viven tanto estas comunidades como quienes apoyan sus causas.
Eso fue lo que sucedió en Formosa, donde un grupo de militantes del Partido Obrero fue agredido por gente que responde al gobernado Gildo Insfrán. Esta mañana en la 99.9, el hecho fue denunciado por uno de los integrantes de ese movimiento, Lucas Merlo: “hay una escalada de violencia por parte de los dos gobiernos provinciales, tanto en Chaco como en Formosa. Frente a la resistencia de los pueblos originarios por las condiciones deplorables a las cuales los gobiernos quieren someterlos. Como estudiantes universitarios, apoyamos a los Qom”.
El problema tiene como eje un conjunto de tierras en disputa: “la campaña que hicimos en la Universidad fue una simple juntada de firmas, hablar con los alumnos; y hoy marcharemos al Rectorado. Hay 700 hectáreas que son de la etnia Qom y las está pidiendo la Universidad. Nosotros pensamos que eso se soluciona fácil: la Universidad no debe reclamar ese terreno para hacer un Instituto Universitario, sino que debe hacerlo en otro lado”.
De ahí surgieron diversos problemas con las autoridades. Pero no es algo nuevo en estas provincias, sino situaciones comunes que se repiten constantemente, cada vez con mayor frecuencia y violencia: “la escalada de violencia contra los Qom en Formosa no es nueva, hay patotas que agreden todo el tiempo. En el interior hay otras etnias que reciben ataques feroces por parte de sus gobiernos. También se reprime cualquier forma de lucha que lleven a cabo los pueblos originarios o quien sea. En medio de la ciudad, intentaron mandarnos una patota a la Universidad”, indicó Merlo.
Esto tiene que ver directamente con una política gubernamental que no está abierta a escuchar todas las voces: “el Gobierno no se sienta a dialogar con nadie y trata de imponer su forma de ver las cosas. Piensa que todo lo que está fuera del Gobierno no es correcto, y reprime. En el caso de los pueblos originarios la cosa es peor, porque están reclamando por cuestiones elementales, como salud”, puntualizó. Luego abundó: “Formosa tiene una cantidad muy importante de enfermedades que no pueden ser tratadas por falta de medicamentos y demás. Estas personas mueren por cosas completamente tratables”.
El hecho de tener las tierras en disputa no es una casualidad, sino también la forma de sacarle a estas comunidades el poco sostén de vida que les queda: “acá también hay un avance muy importante de la soja, para esta gente que vive de la tierra. Si les quitás la tierra a los pequeños productores, les quitás la vida; entonces, como están fuera del Gobierno, los reprimen. Tienen comprada la Justicia, la Cámara de Diputados, todo con mayorías automáticas. Así que no son penalizados por absolutamente nada”, concluyó.