El director de Posada del Inti, Fabián Messina, dialogó esta mañana con la 99.9 sobre las conclusiones de un trabajo conjunto que realizaron con la Comunidad Terapéutica “El Faro”, analizando el alcance del consumo de drogas en Mar del Plata. “Queríamos analizar distintos fenómenos que se estaban dando con el consumo de sustancias”, explicó.
La problemática de la droga se sigue introduciendo en Mar del Plata de una forma cada vez más grave. La situación fue analizada por dos instituciones de importancia, como son la “Posada del Inti” y “El Faro”. En conjunto, emitieron una opinión final que no hace más que refrendar el avance del consumo de distintas sustancias en la ciudad.
Esta mañana, el responsable de Posada del Inti, Fabián Messina, comentó en la 99.9 las conclusiones a las que arribaron: “con el programa ‘El Faro’ nos juntamos hace un tiempo porque los dos estamos trabajando con las mismas problemáticas pero con distintos abordajes. Queríamos analizar distintos fenómenos que se estaban dando con el consumo de sustancias”.
También destacó que la situación evoluciona de forma constante y señaló qué cambios sociales colaboran con su avance: “no es algo estático, hay que ir aggiornándose por el cambio en los contextos sociales. La adicción tiene que ver con un montón de estas situaciones. Socialmente, hay un discurso que nace en la familia y los medios, donde se ha naturalizado la inocuidad del consumo de marihuana, y eso repercute en lo familiar y social. Esto corre el eje de las crisis y de las preguntas. En eso encontramos un consumo cotidiano mezclado con el alcohol. Claro que no todos de la misma manera, si no es generalizar y estandarizar un tema de muy complejo análisis. Nosotros estamos viendo como programas lo que sucede”.
Su planteo tiene que ver con el compromiso de reiterar, cuantas veces sea necesario, las consecuencias del consumo de drogas: “intentamos transmitir que no es una sustancia inocua, los riesgos que trae aparejados son: policonsumo, inicio en la mezcla de alcohol y marihuana como eje. Además, aparecieron otros puntos más complejos y tóxicos como la cocaína fumada en forma de crack”.
En ese sentido, Messina diferenció esa modalidad de consumo con el crack conocido internacionalmente: “el crack americano es una estación antes, que se baja el proceso del clorhidrato de cocaína y se vende así. Es una sustancia de alta pureza. Acá lo que se hace es que al papel de cocaína común se le agrega algún producto químico que lo retrocede a ese estado, pero de manera forsoza para fumarlo ‘en pipa’ o ‘en lata’. Esto es algo que hace el propio consumidor con toda la toxicidad que tiene”.
Se trata de algo cotidiano, y los profesionales de la medicina pueden constatarlo: “los médicos pueden llegar a fundamentar la toxicidad que tiene este tipo de consumo. Lo vemos habitualmente con chicos que aparecen con cuadros terribles en lo cognitivo y en la salud en general”.
Como última conclusión, destacó que ya no se puede asociar el consumo de drogas únicamente a los sectores más frágiles de la población: “hay personas de todos los sectores sociales que consumen. Estigmatizar esto con delincuencia es ser muy chiquitito de pensamiento. Esto está atravesando todo el espectro social”.