El Defensor del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, Carlos Bonicatto, explicó en la 99.9 sobre los problemas que se están viviendo con episodios de violencia al momento del parto. “Ocurre en el pre-parto, post-parto, durante el mismo, en la elección de las personas que los pueden acompañar o cuando se producen abortos espontáneos o no”, detalló.
La Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires se mostró preocupada por algunos hechos puntuales de violencia que suceden cuando las madres van a dar a luz.
Buscando concientizar sobre esta situación, el defensor Carlos Bonicatto habló esta mañana en la 99.9 y destacó: “compartimos una jornada que se hizo en la Gobernación de la Provincia, donde fuimos invitados a participar para que podamos abordar la tarea de modificar actitudes que están arraigadas hace mucho tiempo y termina siendo un maltrato con expresiones y acciones”.
Sobre los momentos en los que se da este tipo de violencia, aclaró: “ocurre en el pre-parto, post-parto, durante el mismo, en la elección de las personas que los pueden acompañar o cuando se producen abortos espontáneos o no. En todas, se pierde el respeto; y aunque parezca algo aislado, debemos trabajar como Defensoría del Pueblo junto con el Ministerio de Salud”.
Los casos se han ido registrando a través de la denuncia de los propios vecinos que alertaron sobre la problemática: “han llamado pacientes que se encuentran en esa situación. Hemos verificado y hemos recibido testimonios de personas. El no cuidado en el uso del instrumental, después diciendo que no se aguantaron nada, son cosas que se producen cotidianamente y generan miedo para denunciar, porque concurren a ser atendidos no solo ellos sino también sus familias”.
Esta violencia no es ajena a lo que se está viviendo en todos los ámbitos de la sociedad. Por eso, el Defensor del Pueblo fue claro en su planteo: “hay que cambiar paradigmas, estructuras culturales, tanto en el sector público como en el privado. Esto también sucede, por ejemplo, en el ámbito docente”.
La propuesta pasa por reducir los índices de violencia social: “hay que construir consensos y bajar la irritabilidad social, que no siempre se debe a situaciones económicas sino también a miedos o temores. Debemos analizar qué es lo que sucede para que la situación sea tan violenta”.
El contexto cambia constantemente. Por eso, Bonicatto cree que se deben modificar algunas otras cuestiones de fodo: “en una sociedad que cambia, quizás debamos replantearnos cómo comunicar las cosas y buscar el origen de la agresividad que se ve en todas las esquinas. Algo está pasando y nos está pasando por arriba”.