“Hay que pagar lo menos posible a fondos buitre”

Lo afirmó Federico Sturzenegger quien además agrega que “hay bastante margen para una negociación”. Críticas al Banco Central. 

Federico-sturzeneggerForma parte de la liga de los economistas que circulan por la Cámara de Diputados junto a Martín Lousteau, Claudio Lozano, y Roberto Feletti. Federico Sturzenegger, enrolado en el PRO, desembarcó en el Congreso tras su paso por el Banco Ciudad. En diálogo con Ámbito Financiero, este economista doctorado en el MIT anticipa que la salida del cepo debe ser “rápida” y que “la Argentina no tiene un atraso cambiario tan significativo”. Fue más allá y hasta se animó a decir que el problema será “sostener el tipo de cambio para evitar la apreciación”.

Periodista: ¿Cómo haría para liberar el cepo? ¿Gradual, de golpe? ¿A cuánto debería ir el tipo de cambio?

Federico Sturzenegger: La Argentina tiene que normalizar su situación en el mercado cambiario, y para mí esa normalización debe ser rápida, casi inmediata. Ahí la pregunta que se abre es qué pasa con el tipo de cambio. Para mí si la Argentina fuera un país normal no tiene un atraso cambiario tan significativo por lo que el salto en el tipo de cambio al salir del cepo no sería tan relevante y estaría claramente dentro del rango que hoy marcan el oficial y el “blue”. Creo que el verdadero desafío es cómo después sostener el tipo de cambio para evitar la apreciación cambiaria que vendría del inevitable influjo de capitales que se produciría. Para nosotros ése es un desafío porque Macri ya definió que la trayectoria para el tipo de cambio tiene que preservar la competitividad de la economía.

P.: ¿Cuánto se debería pagarles a los fondos buitre en el caso del fallo pari passu? ¿El 100%?

F.S.: Hay que pagar lo menos posible y creo que hay bastante margen para una negociación. El tema son los “me toos”. Para ellos hay que demorar el acuerdo para darle tiempo a que mejore el valor del canje a medida que caiga el riesgo- país. Además hay que derogar la ley cerrojo. Singer ganó en la cámara de apelaciones porque esos jueces indicaron que la ley cerrojo viola la cláusula de pari passu. Si se deroga, el curso judicial para los “me toos” podría ser diferente y el poder de negociación con este grupo mucho mayor. De cualquier manera cualquier solución de este tema requiere previamente derogar la Ley 26.886.

P.: ¿El nuevo Gobierno debe respetar la designación de Vanoli hasta 2019?

F.S.: No sé cómo se resolverá esa situación. Pero podría darse una situación muy inusual. Un Gobierno que dice que no quiere inflación y un Central que diga que sí, que quiere inflación. Un Banco Central que quiere cepo cambiario y un Gobierno que piense que eso es una payasada. Un Central que quiere perseguir a los ahorristas del sector financiero y un Gobierno que quiere, por el contrario, estimular al sector financiero. Sería todo verdaderamente curioso. Por eso habrá que ver también qué hace Vanoli cuando asuma el nuevo Gobierno.

P.: ¿Debe seguir Miguel Galuccio de YPF con un nuevo Gobierno?

F.S.: Eso será una decisión de Mauricio Macri, el próximo presidente ¿no? (se ríe). Lo que puedo decir que lo que sorprende de Galuccio es su extraordinario poder de lobby con el Gobierno. Primero lo convenció de que subiera el precio que le pagaban por el gas al triple (de 2,5 a 7,5 el millón de BTU). Después lo convenció de subir el precio de las naftas. Y después, lo más increíble. Convenció al oficialismo de apoyar una ley que transfería las rentas petroleras de los estados provinciales a las empresas. En el momento que se discutió esta ley, estimé que la transferencia a las empresas ronda entre 250.000 y 400.000 millones de dólares. ¡YPF recibió 59.000 millones! Supongo que ahora con la baja del precio del petróleo esos valores habrán bajado algo. Así que buen lobbysta ya demostró que es. Habrá que ver si es igual de bueno como gerente. Las credenciales las tiene, y esperemos sepa lo que está haciendo porque lo invertido en Vaca Muerta hasta ahora dio pérdidas, según él mismo reconoció. Quizá sean pérdidas necesarias para ganancias futuras.

No lo sé. También entiendo que ha logrado preservar los recursos humanos de YPF del clientelismo político y eso sí me parece que es algo muy positivo para destacar.

P.: ¿Cómo será 2015 en lo internacional? ¿EE.UU. subirá fuerte las tasas?

F.S.: Estados Unidos seguirá siendo el motor del mundo, por su capacidad de innovar. En algún momento subirá las tasas, pero lo hará en respuesta al crecimiento, así que no veo ningún coletazo complicado al tema, aunque sí, impactará en los commodities. El mundo está en medio de cambios tecnológicos claves que revolucionarán la producción en las próximas décadas. El crecimiento económico es creciente e inexorable. Parte de ese crecimiento económico nos dará un mundo con energía barata. No sólo por el shale, o el desarrollo de los autos eléctricos, sino porque GE dice que en 10/15 años tendrá funcionando generadores de electricidad a fusión.

P.: ¿Cuánto debería ser un porcentaje adecuado del endeudamiento en función del PBI?

F.S.: Endeudarse no es ni bueno ni malo. Depende qué se hace con la deuda. Si se la usa para consumo, ni un poco es bueno. Esto, entre paréntesis, es lo que está haciendo el Gobierno ahora. Si la usas para desarrollo de la producción e industrias, es bueno, y cuanto más mejor. El gran desafío de la Argentina es por una vez usar el endeudamiento para hacer obras con tasa de retorno positivas y sin corrupción. Creo que un Gobierno de Mauricio Macri podrá concretar ese sueño, para llevar a cabo su plan de infraestructura en obras viales, ferroviarias, puertos, etc. que cambiarían el país.

P.: Si estuviera en el BCRA, ¿qué medidas tomaría?

F.S.: Además de la unificación del mercado cambiario, acomodar las variables monetarias para apuntar rápidamente al objetivo final de una inflación no superior al 4% que sería uno de los legados de la próxima administración. La otra cara del BCRA es el desarrollo del sistema financiero, en este sentido yo creo que habría que desarrollar instrumentos en moneda indexada que permitan darle a los ahorristas argentinos, por primera vez en la historia, un instrumento para ahorrar en la Argentina con horizontes de largo plazo seguros que sus ahorros no serán licuados. Con esos instrumentos desarrollaríamos el mercado de crédito de largo plazo, multiplicaríamos, por ejemplo, en varias veces la potencialidad del Pro.Cre.Ar, y entre otras cosas en una década podríamos erradicar el déficit habitacional del país.