El representante del Partido Obrero, Carlos Frigoli, contó esta mañana en la 99.9 las condiciones de trabajo que deben afrontar los trabajadores de Atucha II sobre todo después de la muerte de un operario. “El núcleo del problema es que el sistema energético argentino está colapsado”, destacó.
La muerte de un obrero en la obra de Atucha II desató un fuerte reclamo gremial sobre las condiciones en las cuáles se ha reanudado la actividad en la obra, tratando de evitar que no suceda lo mismo.
Desde el Partido Obrero, Carlos Frigoli, brindó su opinión sobre el tema esta mañana en la 99.9 y aclaró que “con la planta hay una serie de protocolos que deben cumplirse y se han acelerado, según nuestros compañeros, indebidamente. Estamos hablando de un elemento muy delicado, hay que priorizar la seguridad por sobre la premura”. Sobre el incidente donde perdió la vida un operario, explicó que “falleció un compañero que estaba operando un tablero que debía haber sido cambiado y los propios trabajadores habían advertido que tenía problemas. No se trata de ser oportunista, los técnicos de la planta saben donde están los problemas pero nadie los escucha, ni el gobierno, ni De Vido, ni los sindicatos”.
En consecuencia, lo que reclaman es que se forme una comisión para trabajar los temas de seguridad en Atucha II: “las prioridades deben pasar por salvaguardar la seguridad de los trabajadores y la población, después la producción. Sólo se puede garantizar si los propios trabajadores pueden establecer las condiciones de salubridad, hay protocolos internacionales sobre cómo debe funcionar una planta nuclear”.
Lo que indican también es que hay una intención de seguir con los trabajos bajo cualquier circunstancia porque se necesita terminar la planta y ponerla a funcionar en su máxima capacidad. “Había una presión para poner en marcha la planta, incluso amenazando que se cerraría la planta. Nosotros lo que proponemos es que haya un comité de seguridad de los propios trabajadores que se articule con la administración. Acá no se puede trabajar bajo presión, no es una fábrica de caramelos”, resaltó Frigoli.
Este problema, no es más que una confirmación de que existe un cuestión mucho más importante sin solucionar en nuestro país y tiene que ver con la pésima política en materia de energía que se ha desarrollado en los últimos años. “El núcleo del problema es que el sistema energético argentino está colapsado”, finalizó el hombre del Partido Obrero.