El estudio lo llevó a cabo el Centro de Prevención y Asistencia de la Violencia Familiar (CEPREVI) y aporta denuncias hechas por hombres que han padecido golpes, amenazas y privaciones por parte de sus parejas.
Es cierto que las mujeres son las principales víctimas de violencia de género, pero también es real que cada vez hay más hombres inmersos en este tipo de episodios. Así lo refleja un estudio del Centro de Prevención y Asistencia de la Violencia Familiar (CEPREVI), que establece un incremento del 12 por ciento con respecto al año pasado en denuncias donde los varones sufren golpes, amenazas y privaciones por parte de sus parejas. En el caso de los hombres, la violencia física es un problema habitual, pero aún más frecuente se revela la psicológica, modalidad por la cual algunos deben abandonar el hogar y hasta pierden la posibilidad de ver a sus hijos.
Liliana González, abogada especialista en derecho penal y violencia familiar y titular del CEPREVI, se refirió al tema en diálogo con DIARIO POPULAR y advirtió: “Soy la primera que empezó a trabajar en violencia familiar. Estoy desde 1990 y este es un tema que falta visibilizar. Te tildan de machista y no es así, la Justicia tiene que respetar a todos por igual”. Si bien aclaró que “es innegable que hay una mayor cantidad de mujeres que sufren violencia física y hasta son asesinadas”, señaló que “las mujeres también matan, pero cuando se trata de un hombre la Justicia minimiza la situación y no se mueve”. “Parece políticamente incorrecto decir que una mujer asesina y mata. Acá hay una discriminación absolutamente pavorosa contra el hombre”, denunció González.
En tanto, consideró que, por una cuestión cultural, los varones “tienen vergüenza y recién se están animando a contar, pero cuando terminen de tomar conciencia, no sé si no vamos a igualar la violencia entre ambos sexos” y añadió: “Los hombres tienen una mayor fuerza física y es más visible que la de las mujeres. Pero el hecho es el mismo”. La especialista lamentó que tampoco tienen la contención adecuada: “Siempre me llaman y me dicen ‘voy a hacer las denuncias penales y no me creen’. Se quejan de eso. Ya no vienen con la mentira del divorcio y que hay problemas en la familia, sino que te dicen de frente ‘mi mujer golpea’ o ‘me maltrata psicológicamente'”.
Según la letrada, algunas de las agresiones más comunes son calificativos como “estúpido” o frases como “no servís para nada” y “mirás a todas las mujeres”, aunque “pueden llegar a rayarle el auto o llamar al trabajo y hablar en contra para que lo echen”.
En cuanto al accionar de las mujeres en hechos de violencia, precisó que “no busca armas sino que utiliza elementos a mano como tenedores, cuchillos o tijeras, además de darles la cabeza contra la pared para lastimarles la nariz, llegando en algunos casos a usar medios como el veneno”. “La mujer es más astuta y utiliza otros métodos. Con una denuncia, por más que sea falsa, puede excluir de la casa al hombre y obligarlo a alquilar. También quitarle a los hijos, a los cuales puede dejar de ver o con un régimen de visitas muy acotado, teniendo de por vida una pelea incesante”, relató González. Incluso, habló de falta de responsabilidad en algunas madres: “Les dicen a sus hijos que el padre no pasa plata para los alimentos, que la golpeaba cuando estaba en la panza, que nunca los quiso y hasta que querían que la abortara. Muchas veces los chicos quedan con la falsa imagen de un monstruo y no quieren ver a sus padres, que realmente tienen muchas ganas de verlos”. Así, muchos de estos casos finalizan de la peor manera. “Terminan bloqueados, cercados y los padres se rinden. Llegan a decir ‘no quiero ver más a mis hijos, gasté el dinero que tenía en abogados, en psicólogos, no pude formar una nueva familia, vivo solo’. Y dicen basta. Se suicidan o terminan como despojos humanos”, graficó la titular del CEPREVI.