El Director Coordinador de Tránsito en General Pueyrredón habló en la 99.9 sobre el siniestro vial en la Ruta 88 que derivó en la muerte del conductor.
Una vez más, el fin de semana dejó un siniestro vial con una víctima fatal en la Ruta 88. Esta vez por un despiste donde el vehículo terminó impactando contra un poste de cemento de EDEA. Las heridas que produjo el impacto, derivó en el fallecimiento del conductor, horas más tarde.
El Director Coordinador de Tránsito de General Pueyrredón, Héctor Ragnoli, indicó en la 99.9 que “hubo un despiste a una velocidad excesiva. El impacto fue tan fuerte que en una desaceleración a 0, el cuerpo aumenta 20 veces su peso, la fuerza del impacto; cuando viene en un derrape de costado al momento del impacto, todos los órganos pegan sobre la parrilla costal y el volumen de sangre que también se incrementa, produce hasta el corte de la aorta. El cerebro en la desaceleración, también impacta contra los huesos del cráneo”.
La víctima fatal tuvo heridas de consideración de las cuáles era difícil que pudiera recuperarse: “este muchacho estaba con un neumotórax, fractura de maxilar y costillas. Fue un impacto al cuál difícilmente se sobreviva. Por suerte quien lo acompañaba no alcanzó a golpearse tanto. Los autos de última gama vienen con un airbag vertical entre los dos asientos porque habitualmente se golpean los cráneos entre el conductor y el acompañante”.
Si bien la principal responsabilidad está en el conductor y la prudencia que debe tener al hacerlo, Ragnoli señaló que en el diseño de las rutas debe tenerse en cuenta que este tipo de despistes pueden ocurrir por diversos motivos: “hay un despiste por conducir a una velocidad tal que se produce por pérdida de adherencia. Todo lo que son elementos rígidos deben tener una defensa en su base para que, cualquier cosa que se salga de la ruta, no impacte ahí. La Ruta 2 lo tiene, hay columnas y alcantarillas protegidas. Tenemos que pensar en que eso puede suceder, no sólo una imprudencia, sino un desmayo o cualquier otra situación”.