El coordinador quirúrgico del Área de Quemados de la Unidad de Terapia Intensiva de Adultos en el Hospital Italiano habló en la 99.9 sobre el diseño de una nueva herramienta que permite crear máscaras 3D para la reconstrucción del rostro en personas que sufren quemaduras.
La noticia resulta impactante. Un grupo de cirujanos y médicos argentinos logró diseñar un programa que crea un mascara 3D para la reconstrucción facial en personas que sufren quemaduras.
Quien encabeza este equipo es el Dr. Hernán Aguilar, médico del servicio de Cirugía Plástica y coordinador quirúrgico del Área de Quemados de la Unidad de Terapia Intensiva de Adultos del Italiano, que habló de este avance en la 99.9: “viene a solucionar una problemática actual de la reconstrucción del rostro en los pacientes quemados”.
La metodología cambia completamente: “en la actualidad se saca el tejido quemado y se le pone arriba piel del propio paciente o bien de origen ovino o bovino. Eso se fijaba con gasas, apósito y suturas; pero dadas las convexidades del rostro, mantener fijos injertos de piel en una cara es muy difícil. Este método permite fijar esos injertos y eso mejora el proceso de reconstrucción dándole una funcionalidad y estética distinta”, afirmó.
Para una persona que sufre un accidente de este tipo, recuperar la versión más cercana a su rostro es fundamental: “el rostro es lo que nos da la personalidad, al perderlo también perdemos muchas de nuestras características personales. Lo fundamental en un paciente quemado es mantener las funciones, ese es nuestro primer objetivo. El segundo es la parte cosmética. Con estas máscaras podemos hacer ambas cosas a la vez”.
Esta metodología, además, tiene la particularidad de ser muy rápida para desarrollar: “el primer día que llega el paciente se escanea la cara, se imprime la máscara que tarda entre 13 y 18 horas y cumple el proceso reconstructivo como post operatorio. Al mes y medio el resultado es absolutamente distinto a lo que era antes”. Además, han conformado un equipo de trabajo para la asistencia de las personas que tienen afectaciones colaterales: “tenemos todo un equipo que se encarga del manejo del paciente quemado que llega en estado de shock. Cuando abre por primera vez los ojos, puede llegar a pasar un mes y medio internado. Nosotros podemos recibir a pacientes con hasta el 90% del cuerpo quemado”, remarcó el Dr. Aguilar.
Como siempre, la ciencia argentina es abierta y en la actualidad esta tecnología se puede implementar en cualquier lugar. “Sólo se necesita una tablet, una impresora 3D que es de muy fácil acceso, el insumo que es ácido poliláctico que deriva del almidón de la mandioca y la remolacha que es un insumo básico y barato sumado a la licencia de software que está online. Con esto solamente se puede imprimir la máscara en cualquier lugar del mundo”, finalizó el profesional.