Tammie Jo Shults mantuvo siempre la calma y logró llevar el Boeing 737 con un sólo motor y daños en el fuselaje hasta el aeropuerto de Filadelfia. Su pasado en la Fuerza Aérea de la Marina de Estados Unidos, donde voló los cazabombarderos más modernos.
Tammie Jo Shults, la piloto del vuelo 1830 de Southwest Airlines que sufrió una explosión en una de sus turbinas causándole la muerte a una pasajera, ha sido llamada una “heroína” con “nervios de acero” que logró evitar una tragedia aún mayor al lograr aterrizar de emergencia el Boeing 737 en Filadelfia.
La aeronave bimotor transportaba a 149 personas y cinco tripulantes, y Shults tuvo que maniobrarla con un sólo motor y la cabina despresurizada, luego de que un pedazo de turbina destrozara una ventana.
A raíz de este daño en el fuselaje la pasajera Jennifer Riordan fue succionada pero retenida por las personas a su lado. Murió luego en el hospital por sus heridas, mientras que otras siete personas resultaron lastimadas.
Shults se vio obligada a hacer descender rápidamente al avión, ya que los pasajeros estaban utilizando máscaras de oxígeno y se preparaban para un impacto.
Con extrema calma la comandante habló con la torre de control e informó que había perdido una parte del avión, que se dirigía a la pista lentamente y que necesitaría de ambulancias.
“Ella tiene nervios de acero. Esa mujer, la aplaudo. Le voy a enviar una tarjeta de Navidad, y te digo más, con un certificado de regalo por haber logrado aterrizar. Ella es increíble”, contó el pasajero Alfred Tumlinson a la agencia AP.
“La dama, la tripulación, todo fue inmaculado. Fueron tan profesionales en su accionar”, agregó.
Lo cierto es que Shults, de 56 años, tiene un historial sorprendente. Ex piloto de la Fuerza Aérea de la Marina de Estados Unidos, fue una de las primeras mujeres en volar el entonces ultramoderno cazabombardero F-18 Hornet.
En 1983 se graduó en biología por la Universidad en Kas e ingresó en la Marina en 1985, donde también llegó a volar el avión de ataque LVT Corsair II en el escuadrón VAQ-34.
En 1995 dejó las fuerzas armadas y comenzó a trabajar en Southwest, donde rápidamente construyó una reputación de piloto capaz.