Hospitales sin médicos: pese a los incentivos, no logran cubrir las vacantes en Provincia

Hay 300 cupos para ocupar en forma urgente. Los especialidades que más faltan son pediatras, neonatólogos, obstetras, parteros y terapistas.

Hospital-Santamaria-Monte-grandeLos hospitales de la Provincia de Buenos Aires resultan poco tentadores para los médicos especialistas: cada vez es más difícil cubrir las vacantes y se registran casos de servicios que están cerrados por falta de profesionales. Las mayores carencias se dan en terapia intensiva, pediatría, neonatología y obstetricia (obstetras y parteros). Aun cuando en Buenos Aires modificaron la carrera hospitalaria para que los médicos (y otros trabajadores sanitarios) se puedan jubilar con 50 años de edad y 25 de servicio (cinco menos que el resto de la administración pública), no se logran completar las nóminas en los centros asistenciales.
Según un relevamiento del Ministerio de Salud bonaerense, hay 300 cupos de especialidades “críticas” que se deben ocupar en forma “urgente”. La consecuencia: están cerrados por falta de personal cuatro servicios. La maternidad y neonatología del hospital Fiorito de Avellaneda; el área de pediatría del Perón de esa ciudad; el servicio de anatomía patológica del Alende de Mar del Plata y la terapia intensiva del Meléndez de Adrogué.
El porqué de este desinterés: el sistema público tiene deficiencias edilicias, problemas de seguridad y bajos sueldos. Un especialista con más de 10 años de trayectoria percibe poco más de 18 mil pesos por mes (en el régimen nacional el salario es de entre 30 y 35 mil pesos) y un residente, por hacer 36 horas semanales, percibe $ 12 mil.
Según explicó a Clarín el secretario del Colegio de Médicos de La Plata, Julio Moreno, “estos faltantes repercuten de manera negativa en la atención diaria de todo el sistema de salud. Los magros sueldos y la violencia e inseguridad que se vive a diario dentro de los hospitales son algunos de los factores determinantes de esta situación”.
En el Ministerio de Salud explicaron que “la falta de estas especialidades alcanza al sistema público y privado”. Y anticiparon que es prioridad ocupar estos “sectores críticos” en el transcurso de este año. “Vamos a convocar a los actores del sistema para revisar las condiciones laborales y diagramar un programa de estímulos e incentivos para los profesionales”, dijo la ministra de Salud, Zulma Ortiz.
La iniciativa incluye un plan de obras para “mejorar la situación edilicia” y la seguridad. Además, proponen modificar la carrera hospitalaria para pagar mayores sueldos a quienes realizan capacitación permanente. La idea es pagar o becar a quienes realicen maestrías o doctorados en universidades nacionales y en el exterior. Ortiz adelantó que avanzan en acuerdos con municipios para fomentar la radicación de especialistas en hospitales del interior. “En la zona sur de la provincia queremos que los municipios puedan ofrecer alojamiento y otros incentivos para que quienes se forman en una especialidad puedan radicarse definitivamente”, ejemplificó Ortiz.
Según un estudio publicado por la Universidad Abierta Interamericana, más de la mitad de los médicos de un hospital del Conurbano tenían síndrome de “burnout” por el estrés laboral. El trabajo se hizo entre 105 profesionales de servicios de pediatría, obstetricia, terapia intensiva y neonatología. Otra de las propuestas en estudio es modificar el régimen de guardias: pasar de 24 a 12 horas, para evitar las situaciones de estrés y agotamiento, dijeron las autoridades.
En poco más de una semana, comienza el período de selección para cobertura de residencias en los hospitales de la Provincia. El 22 de abril, se evaluará a 2.500 graduados (en su mayoría médicos de diferentes especialidades), que aspiran a completar su formación de posgrado en alguno de los 1.450 cargos de residencia que ofrece el ministerio en los 130 hospitales públicos y establecimientos de salud provinciales. Para este año, se incrementó la oferta de cargos para obstétricas, médicos pediatras y neonatólogos. Deberán trabajar en un sistema que tiene –según admiten en el Gobierno– 57 hospitales “en situación muy crítica” de infraestructura y cuatro que están “destruidos y deberían construirse de nuevo”. Un panorama que no parece muy seductor para iniciar la carrera laboral.