Huelga de enfermeras en los hospitales públicos británicos: “No se valora ni se reconoce nuestro trabajo”

Ante turnos de más de 12 horas y salarios que no suben conforme a la inflación, las enfermeras del Reino Unido van a la huelga por primera vez en la historia.

“A la huelga para salvar el NHS (Servicio Nacional de Salud), “Con aplausos no pagamos los recibos”, “Subid los sueldos en el NHS”. Los carteles resumían en pocas palabras el motivo y los objetivos de la protesta del batallón de empleados del hospital de St. Thomas, de Londres, que salieron a la calle este jueves en la primera jornada de acción directa del Royal College of Nursing (RCN, el Colegio Sindical de Enfermería).

El paro afectó a un tercio de los centros clínicos de Inglaterra, a todos los de Irlanda del Norte y la inmensa mayoría de Gales. Solo Escocia se salvó de la rebelión del RCN, la primera que convoca a nivel nacional en su centenaria historia. Sus afiliados reclaman una subida salarial del 5% por encima del PCI anual- cerca del 16% al nivel actual- y critican la inmovilidad del Gobierno conservador del Reino Unido, que se niega a negociar cuestiones salariales con el sindicato.

En el St. Thomas, unos 200 enfermeros, mujeres en su mayoría, se turnaron en el piquete desde la ocho de la mañana, con temperaturas por debajo de los 2º, una brisa cortante y un sol tímido que aliviaba a ratos. El personal del hospital, que asoma sobre el Támesis en el puente del Big Ben, atendió al ex primer ministro Boris Johnson, cuando ingresó con Covid en la fase inicial de la pandemia. Pero los aplausos de entonces cayeron en los oídos sordos de sucesivas administraciones conservadores, según se queja el grupo de inusuales huelguistas.

“Es hiriente la posición del Gobierno. Duele mucho”, comenta Helen, enfermera con seis años de experiencia en St Thomas. “No se valora nuestra profesión ni se reconoce nuestra destreza. Me encanta el trabajo, aunque es agotador”, añade ante de explicar que estuvo de baja, con depresión y estrés postraumático después de la pandemia. Su colega Elle, de 27 años y con el título de enfermería casi caliente, coincide en que la rutina diaria es “abrumadora” debido a que falta personal en todos los turnos y las sesiones laborales se alargan más allá de las 12 horas obligatorias.

Unos 25.000 enfermeros abandonaron la profesión en 2021 y las vacantes en el abanico de puestos del NHS superan los 130.000. Más de siete millones de pacientes están en lista de espera para ingresar en un hospital estatal, que han perdido unas 22.000 camas en los últimos diez años. Los servicios de emergencia están saturados por falta de recursos y las ambulancias se ven forzadas a hacer cola frente para ingresar al paciente, que quizá ha esperado más de diez horas hasta que atendieron su llamada.

Los conductores de ambulancias se preparan a ir a la huelga la semana próxima, coincidiendo con la segunda jornada de protesta del colectivo de enfermeras. El Gobierno movilizará al Ejército- unos 750 operativos, en principio- para suplir los puestos vacantes en la oleada de movilizaciones sindicales que se extiende por todo el país este final de año.

“Espero que la acción de hoy impacte porque el apoyo del público es bastante aparente. Pero si no se alcanza una solución, estoy dispuesta a parar los días que haga falta”, dice Judith en el piquete de St. Thomas. Muchos vehículos tocan la bocina en solidaridad con los enfermeros mientras avanzan hasta la plaza del Parlamento de Westminster. En respuesta resuenan pitidos y tambores de un grupo cuyo ánimo no decae esta jornada de lucha. Los peatones, a su vez, se lanzan a firmar tarjetas en las que reclaman al diputado de su distrito parlamentario que respalde la demanda salarial de los empleados del NHS.

“La escasez de plantilla es el problema más agudo del NHS, junto con la falta general de dinero, y ofrecerles un aumento salarial decente es la solución más rápida para alentar a las enfermeras a no dejar la profesión. Elevaría la moral de los empleados”, razona Gay Lee, enfermera jubilada y ex miembro de la RCN.

El sueldo de un enfermero oscila desde 27.000 libras en los primeros años a 55.000 tras décadas de experiencia (entre 28.800 a 66.000 euros), con un promedio de 34.000 libras (casi 40.000 euros) anuales. El Gobierno británico ha aceptado un incremento en torno al 4,5% propuesto por el ente oficial en remuneración dependiente del Ministerio de Sanidad, considera prohibitivo el techo del 19% solicitado por el RCN y advierte que cualquier subida de salarios provendrá de partidas destinadas a paliar la crisis general del servicio.

“No tiene sentido declarar la guerra a las enfermeras. El Gobierno ha abierto la batalla contra el RCN y sus miembros no tienen otra alternativa que ir a la huelga”, sostiene Gay Lee. El sindicato ha convocado un segundo paro para el 20 de diciembre y puede alargar la protesta bajo términos legales hasta mayo de 2023. Su estrategia, de momento, consiste en huelgas escalonadas en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, que excluyen los servicios y personal de emergencia y de tratamientos urgentes en pediatría, maternidad, quimioterapia, diálisis, entre otros. “No me siento culpable de estar hoy en la calle. El NHS no es seguro ningún día en las condiciones en que trabajamos”, asegura Helen, mientras sus colegas asienten con la cabeza.