La harina de pescado es fuente de proteínas de alta calidad, alto contenido energético y rica en minerales, vitaminas y aminoácidos, empleada en alimentos balanceados para animales con la finalidad de incrementar el valor nutritivo. Pero para quienes viven en las inmediaciones su producción, se ha transformado en una molestia insoportable.
Es que desde la perspectiva ambiental, la industrialización de harina de pescado tiene un significativo impacto sobre el ecosistema en que opera, afectando además, el bienestar y la salud de las personas. Esta industria es una actividad que genera divisas, es fuente de empleo y contribuye al desarrollo aprovechando un recurso abundante en el ecosistema marino. Pero el sistema de secado usado en la mayoría de plantas pesqueras se realiza utilizando el equipo convencional de secado -por fuego directo-, el cual afecta el medio ambiente por la emisión de gases, material particulado y malos olores que causan enfermedades. El punto no es frenar la producción, sino hacerla ambientalmente sostenible y humanamente soportable.
La actividad debe estar supervisada y controlada por autoridades pertinentes que no sólo cumplan con el vademécum burocrático sino que además cuenten con la mirada profesional para detectar los inconvenientes y sugerir las modificaciones. Marcelo Scagliola es un biólogo que ejerce su función como gerente de Calidad de OSSE, y con él conversamos sobre el tema.
“Mar del Plata tiene capacidad depuradora, siempre que cada uno haga lo que tiene que hacer”.
Marcelo Scagliola
Noticias & Protagonistas: Hay un problema con la empresa harinera Moliendas del Sur. La producción incomoda a los vecinos, pero si no existieran sería peor, ¿verdad?
Marcelo Scagliola: Todo puerto debe tener las empresas harineras para procesar los residuos del pescado; pero por otro lado, como toda actividad industrial, debe cumplir con el marco normativo ambiental. Los efluentes del sistema industrial, gaseoso o líquido, debe ser debidamente tratado para no comprometer otras actividades y no incomodar a la población.
N&P: Coomarpes y Agustiner, las otras dos, ¿están ordenadas? ¿Tienen recursos para no producir impacto ambiental con sus residuos?
MS: Es un proceso largo de adecuación de todo el sector de harineras que viene desde bastante tiempo atrás, se trabaja en conjunto no sólo con OSSE sino con otros organismos como Agua de la Provincia, el Consorcio Portuario, la Defensoría del Puerto, etc. Tuvimos reuniones hace unos años para mejorar el tratamiento de los efluentes líquidos. Agustiner y Coomarpes iniciaron acciones concretas que llevaron mejoras a los líquidos cloacales, y Moliendas del Sur quedó atrasada en el caso de la adecuación de efluentes. Ellos hicieron obras y nosotros lo que hacemos es chequear el resultado: si el vuelco a la colectora se modificó seriamente, o si persiste el incumplimiento de las normas. Todo en el marco de un amparo judicial presentado por la firma luego de que OSSE cortara servicios por el vertido indebido de efluentes.
N&P: Hay acciones judiciales cruzadas: presentaron un amparo que un juez habilitó, y han tenido mala política de comunicación. ¿Por qué no le explican a la gente que lo suyo es bueno para el mecanismo del puerto y para generar exportaciones?
MS: Seguramente les iría mejor, lo que pasa es que yo, como biólogo marino, el enfoque que tengo por mi cargo es ver que se cumplan las normas de vuelco en colectoras, porque si no, impacta en la planta de procesamiento y en el ecosistema todo. Queremos desarrollar un programa sustentable en todos los sectores de la ciudad, y que se vea el beneficio de obras como el emisario, o las tareas de desinfección; para eso es importante que cada parte haga lo suyo. En el caso particular de este sector, es importante que desarrolle su actividad con eficiencia sin abandonar la cuestión ambiental. La sociedad lo reclama, sin negar la importancia de que las harineras procesen su mercadería y también que sean rentables; pero que hagan las cosas como corresponde sin afectar el turismo y otras actividades. Tienen que buscar profesionales idóneos para resolver el vuelco, para que vaya a la planta de tratamiento y de allí al medio marino receptor.
N&P: Si no, es una desconsideración con la ciudadanía. La empresa que está cuestionada, ¿está haciendo las cosas que se le pidieron, o usa la justicia para eludirlas?
MS: En realidad hubo un franco atraso en la adecuación tecnológica. Lo que se hace ahora es chequear si las obras mejoran realmente el vuelco; hay un atraso en el cumplimiento en lo que dictaron organismos bajo actas de reunión desde hace años y otro en presentación de prórrogas. Ya llega un momento en que es imposible seguir dilatando a futuro, los problemas debieron estar solucionados hace tiempo y en la actualidad estamos en el límite ambiental.
N&P: Los abogados de la empresa seguramente dirán que por el freno del puerto del año pasado no pudieron levantar cheques, y que ahora estaban intentando ordenarse…
MS: Me entero por ustedes; como biólogo y por mi cargo, mi responsabilidad es que se hagan las cosas bien. Me siento comprometido porque siento que la gente va reclamando más cumplimiento de los límites ambientales, y eso es bueno.
N&P: ¿Qué pasa con las aguas en el área de salida de la planta de efluentes?
MS: Todo está relacionado con lo mismo: los vuelcos a la colectora y los efectos en el medio marino. Cuando decimos impacto del medio receptor cercano a la cloaca, hablamos de la capacidad de ese medio para recibir la descarga. Mar del Plata tiene una capacidad depuradora en el medio marino, por eso se evaluó como alternativa de solución, pero funciona siempre que cada uno haga lo que tiene que hacer. Los generadores de efluentes industriales tienen mucho que ver con el saneamiento, ya sea planta, emisarios, el generador de residuos tiene que cumplir con las normas de vuelco para que todo el proceso sea eficiente e impacte menos en el mar.
N&P: Tenemos que estar atentos a lo que está mal, pero esto, que tiene ya 25 años, merece una respuesta sensata…
MS: Por supuesto, así como hablamos de controlar los generadores industriales, también afirmamos que en este verano las playas estuvieron mejor que nunca en cuanto a su calidad. Las acciones que realiza la empresa están siendo eficientes; trabajamos haciendo tareas semejantes a las de California: ellos tienen un emisario nuevo y para cumplir con la calidad de las aguas recreativas, están haciendo algo similar a lo que hacemos acá.