El titular de SUPTTIOMA habló sobre los esquemas de corrupción que se han generado en torno a la pandemia a través de la 99.9: “detrás de cada movimiento, hay una estructura de negocios que busca beneficiar amigos”.
IOMA está atravesando otra vez una situación de mucho conflicto pero con la particularidad de estar en medio de una pandemia que ha servido, una vez más, para fomentar nuevos negocios.
Así lo definió el titular del SUPTTIOMA, Idelmar Seillant a través de la 99.9: “detrás de estas cosas, siempre se esconde un mega negocio. Siempre se trata de aplanar la curva, pero por otro lado se aumenta la curva de la corrupción con el DNU firmado por Alberto Fernández y avalado por la provincia donde todo lo que sacan, nadie puede controlarlo”.
Como parte del grupo de auditores de IOMA, empezaron a encontrarse con esquemas que recuerdan viejos tiempos y cuentan con el aval del gobierno provincial: “empiezan a aparecer estructuras de negocios. Cuando empieza la pandemia el 19 de marzo se creó un pánico y un miedo donde la estructura de protección era no salir de casa. Las primeras semanas estuvo todo bien y a los 25 días hubo cambios financieros en el IOMA donde salieron a decir que las clínicas iban a presentar quiebra porque no ingresaban afiliados de IOMA a atenderse. Por eso se sacaba dinero de IOMA para ayudar a las clínicas. Esto lo decide Gollán junto al director de IOMA, Homero Giles, se sacan 400 milllones de pesos por mes para supuestas clínicas fundidas”.
El fin era no tener control alguno sobre el dinero que empezaba a salir de las arcas de la institución y ahí es donde radica el principal problema. “Las clínicas y los sanatorios, tendrían que acceder un ratio económico-financiero que es lo que se hace en las crisis de Europa por ejemplo. Acá se decidió otra cosa y por eso decimos que hay un grosero error y sólo se está destinando dinero sin control”, explicó Seillant.
La idoneidad para manejar IOMA debería ser algo común en quienes toman las decisiones pero para el titular de SUPTTIOMA no es así: “los funcionarios que están en IOMA no saben adonde ir porque es un lugar excepcional, con muchas particularidades. Se ha generado miedo y emergencia en torno al COVID-19 para tomar esas decisiones. Detrás de cada movimiento, hay una estructura de negocios que busca beneficiar amigos”, dijo.