François Thierry es sospechoso de haber permitido la llegada de un gran cargamento de hachís para atrapar a narcotraficantes.
Primero fue anunciado como un golpe al narcotráfico: la espectacular incautación en octubre de 2015 de siete toneladas de hachís en el elegante distrito 16 de París. Hasta el presidente, François Hollande, celebró la acción. Luego llegaron las sospechas en torno a la operación y, finalmente, ahora, los señalamientos hasta lo más alto en la escala de responsables. François Thierry, el que fuera el antiguo jefe antidrogas de Francia, ha sido imputado por la justicia por complicidad en el tráfico de estupefacientes, unos cargos que él niega.
Thierry, que hasta el año pasado estaba al frente de la Oficina Central para la Represión del Tráfico Ilícito de Estupefacientes (Ocrtis, por sus siglas en francés), declaró el jueves durante horas ante los jueces. Ya era de noche cuando salió libre aunque bajo control judicial, después de haber sido imputado por “complicidad en detención, transporte y adquisición de estupefacientes” y por “complicidad en la exportación de estupefacientes por una banda organizada”, según la prensa francesa.
La incautación de las siete toneladas de hachís en París fue realizada por la Dirección Nacional de Investigaciones Aduaneras, pero la investigación del caso fue encargada a la Ocrtis. Sin embargo, rápidamente la fiscalía de París comenzó a tener dudas en torno a las prácticas de Thierry.
La justicia sospecha que el exjefe antidrogas, al igual que varios policías, autorizó la entrada de ese cargamento de hachís y de otros montos mayores aún —se habla de al menos 15 toneladas— para poder rastrear y desmantelar las redes de distribución de la droga y lograr incautaciones aún mayores. Para ello, contó con la ayuda de un informador con el que mantenía según Libération una relación directa, Sofiane Hambli, un conocido traficante francés que habría sido reclutado en 2009, cuando cumplía una condena en una cárcel en el sur de España.
Se acusa al antiguo jefe antidrogas, que actualmente trabaja en la subdirección antiterrorista de la policía judicial (Sdat), de haber ido demasiado lejos en sus métodos nada ortodoxos para combatir el narcotráfico. De acuerdo con los reportes, Thierry habría permitido la entrada de la droga sin mantener totalmente informadas a las autoridades judiciales.
La imputación es “injusta, hipócrita y escandalosa”, afirmó este viernes su abogado, Francis Szpiner. La víspera, el propio Thierry había afirmado ante los magistrados que las autoridades judiciales, incluido el fiscal de París, François Molins, estuvieron al tanto de toda la operación. Pero según Libération, diario que empezó a investigar los operativos antidrogas bajo el mando de Thierry, Molins aseguró que se le informó de la existencia del informador Sofiane Hambli solo en marzo de 2015 y que desde entonces no se le mantuvo al corriente de ningún procedimiento más que lo involucrara. Para el abogado del exjefe antidrogas, en cualquier caso hoy los narcotraficantes deben de estar de celebración por la imputación de Thierry, una acción que constituye, denunció, un “freno a la lucha contra el narcotráfico”.