El gobierno de Chile decretó el “estado de excepción por catástrofe” para hacer frente a un gigantesco incendio en la ciudad de Viña del Mar, a unos 120 kilómetros de Santiago.
El fuego ha dejado dos personas muertas, decenas de heridos y cientos de damnificados, de acuerdo a la información oficial entregada hasta este viernes.
La ministra de Interior, Carolina Tohá, informó que las estimaciones del daño causado por las llamas están evolucionando constantemente en la medida que los equipos de emergencia intentan abrirse paso en las áreas más afectadas.
“Hay muchas zonas en las que no se puede entrar, hay focos activos, preliminarmente hay estimaciones de hasta 500 viviendas, pero constatadas son 130”, las que han sido afectadas por las llamas.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, suspendió todas sus actividades para visitar la zona, adonde llegó el viernes por la tarde.
“No los dejaremos solos (…) nuestra prioridad está en la seguridad de las personas y seguiremos desplegando todos los recursos necesarios”, publicó el mandatario en sus redes sociales.
“Hemos activado todos los protocolos vigentes para este tipo de tragedias”, dijo más tarde durante su visita a la zona afectada.
“Tenemos dos personas fallecidas, una mujer de 85 años, una persona de 62 años”, agregó el mandatario.
“Acá era un infierno”
El incendio se desató rápidamente el jueves por la tarde y avanzó durante toda la noche. “El fuego fue envolvente y en cuestión de minutos cambió por la dirección del viento”, relató Alejandra Lastiva al canal de noticias TVN.
“Acá era un infierno, una calor insoportable, se te quemaban las plantas de los pies”, agregó.
De acuerdo a estimaciones de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), al menos 110 hectáreas han sido consumidas por las llamas.
Mientras continúan las investigaciones sobre la causa del voraz incendio, el organismo adelantó que tuvo “origen humano”.
La Oficina Nacional de Emergencia, Onemi, activó la alerta roja y decretó la evacuación de algunas zonas ante el riesgo y las dificultades para contener las llamas.
Equipos de bomberos se desplazaron para ayudar a controlar el fuego que estuvo favorecido por las altas temperaturas que se han vivido en Chile en diciembre.
“Hubo una respuesta muy rápida al inicio de este incendio, pero a pesar de ello, producto del lugar donde se desarrolla, de las condiciones climáticas, del viento y de la presencia de material combustible, se extiende con mucha agresividad y rapidez”, dijo el subsecretario de Interior, Manuel Monsalve.
Asentamientos irregulares y casas de materiales ligeros.
Las llamas y las voraces lenguas de fuego han dejado un paisaje desolador: casas quemadas, tejados retorcidos y chatarra enrevesada en muchas poblaciones de origen muy humilde.
El fuego se inició presuntamente en zonas forestales de bosques nativos en la parte alta de la ciudad para afectar rápidamente asentamientos irregulares en los sectores altos de las quebradas y cerros donde proliferan casas de materiales ligeros que prenden con velocidad y en laderas donde se acumula basura, según las autoridades.
Desde ahí, el incendio se fue propagando rápidamente a otros sectores de la popular ciudad, que en estas fechas recibe gran cantidad de turistas.
Durante la noche, las llamas amenazaron con quemar la Quinta Vergara, un parque donde se encuentra el histórico Palacio Vergara, que alberga obras de arte y objetos de valor patrimonial.
El parque acoge cada verano el tradicional festival de la canción en esta ciudad.
Las imágenes publicadas en redes sociales por los bomberos y otros organismos chilenos dan fe de la agresividad del incendio.
El “estado de excepción constitucional de catástrofe” le entrega facultades al presidente para nombrar a un jefe de la Defensa Nacional para que tome el control en la zona afectada por el fuego.
Sequía e inusuales altas temperaturas
Este viernes se mantenían al menos tres áreas activas del siniestro, informó el subsecretario Monsalve.
El gobierno y las autoridades locales han organizado cinco albergues para los afectados, mientras los equipos de emergencia continúan trabajando intensamente para tratar de controlar las llamas.
Esta temporada ha sido muy desafiante por los incendios forestales que se han producido en la zona central de Chile.
Hace una semana, Santiago amaneció bajo una capa de humo contaminante por un siniestro ocurrido en la localidad de Curacaví, ubicada en las afueras de la capital.
Las inusuales altas temperaturas y la sequía que afecta a la zona central del país han contribuido a aumentar la voracidad de los incendios.