La agresión, ocurrida en la madrugada del pasado viernes, se produjo después de que una comensal rechazase a un hombre que se aproximó a ella y la tocó sin su consentimiento.
La Policía china ha arrestado a nueve personas sospechosas de haber propinado una paliza a varias mujeres que les habían rechazado en un restaurante de la ciudad de Tangshan (norte), un suceso que ha generado una ola de indignación en el país asiático.
La agresión, ocurrida en la madrugada del pasado viernes, se produjo después de que una comensal rechazase a un hombre que se aproximó a ella y la tocó sin su consentimiento.
Un grupo de hombres comenzó entonces a golpearlas a ella y a otra mujer que se hallaba en el restaurante, las arrastraron al exterior del local y prosiguieron la paliza, que incluyó patadas cuando las víctimas se hallaban tendidas sobre el suelo.
Los asaltantes también atacaron a otras dos mujeres que se encontraban en las inmediaciones y, a raíz de las lesiones, dos mujeres tuvieron que ser hospitalizadas, aunque se encuentran estables, informaron medios locales.
Los presuntos agresores abandonaron el lugar de los hechos tras el suceso y algunos de ellos huyeron hasta la provincia de Jiangsu (este), pero para el sábado ya habían sido arrestados todos, según medios estatales.
El vídeo de la agresión, captado por las cámaras de seguridad del local, se hizo viral en las siguientes horas en redes sociales chinas como el equivalente de Twitter, Weibo, donde las etiquetas (hashtags) relacionadas con el caso acumulan cientos de millones de visitas.
Algunas comentaristas protestaron por el sentimiento de desprotección ante agresiones machistas y denunciaron la falta de ayuda que recibieron las víctimas por parte de las personas que se encontraban en las proximidades.
Además, criticaron un doble estándar a la hora de juzgar sucesos que ocurren bajo los efectos del alcohol: “Decir que él está borracho se usa para justificar que un hombre haga cosas malas. Decir que ella estaba borracha se usa para justificar que a ella le pasen cosas malas”, reza un eslogan compartido de forma masiva en las redes.
El Gobierno de Tangshan prometió “castigar severamente a los atacantes, hacer justicia con las víctimas y mantener el orden social” tras los incidentes, informa la agencia de noticias Xinhua. La violencia contra mujeres y niñas es una violación grave de los derechos humanos y el derecho de las mujeres a vivir sin violencia está recogido en acuerdos internacionales.
En el ámbito mundial, solo el 40 por ciento de las mujeres busca ayuda tras sufrir violencia, lo que obliga a las instituciones a promover políticas de prevención y ayuda.