En una feria internacionales de comida, el argentino fundador de Tomorrow Foods descubrió que las plant- based food eran el futuro de la comida.
En una de sus recorridas por ferias internacionales de comida, Gonzalo Segovia descubrió que la tendencia alimenticia estaba cambiando y que las plant- based food comenzaban a ganar terreno en todo el mundo. Así fue que fundó junto a tres socios, Tomorrow Foods, una empresa que junto a un organismo público logró desarrollar el primer aislado proteico de arvejas de Latinoamérica, con el que estima facturar en su primer año de ventas entre 400.000 y 500.000 dólares.
Segovia asegura que “la proteína de arveja tiene un potencial de crecimiento exponencial en la industria de alimentos del mundo” en declaraciones a La Nación. Además, explicó que muchas empresas ya producen alimentos en base a vegetales, y que la proteína cárnica comenzó a reemplazarse, o al menos a complementarse, con alternativas que se basan en las proteínas vegetales, como en el famoso “polvo de arvejas”.
Desde septiembre, en la Argentina ya se comercializa la primera hamburguesa basada en vegetales, de la marca Frizata, que se sumó a la NotMayo, mayonesa vegana que llegó al país de la mano de la compañía NotCo (tiene como inversor al magnate Jeff Bezos). En Estados Unidos las hamburguesas veganas de las empresas Impossible Foods y Beyond Meat son un éxito.
En mayo de 2018 nació Tomorrow Foods en Pergamino, el primer desafío fue lograr aislar la proteína eficientemente para hacer el famoso “polvo de arvejas”. El equipo realizaró un convenio con el Instituto Nacional de Tecnología Industrial ( INTI) para realizar las investigaciones y recibió ayuda de una aceleradora que vio el potencial del negocio.
Luego de un año y medio de investigaciones y 700.000 dólares invertidos, lograron el primer prototipo del aislado proteico de arveja y según Segovia ya hay varias compañías alimenticias que están interesadas en comprarlo. En paralelo, desde la empresa están trabajando en el desarrollo del aislado proteico del poroto mungo, del garbanzo, la lenteja y el arroz.
Si bien en un primer momento los socios habían pensado en producir alimentos, rápidamente vieron que el mayor potencial era vender la proteína vegetal a la industria alimenticia regional y global. Según explicó el empresario, la Argentina exporta arveja a US$250 la tonelada e importa la proteína de esa legumbre a US$3400 por tonelada. “No puede ser que sigamos enviando la materia prima afuera para que agreguen valor allá y nos vendan de nuevo a nosotros”, cuestionó el cofundador de la empresa. Desde esta perspectiva, aclaró: “Tenemos la materia prima, los recursos técnicos y profesionales para hacerlo. Ahí está el gran agregado de valor que podemos realizar y que lo estamos haciendo”.
Para su producción actual, la compañía se integró con productores de la región y si crecen en escala tienen planeado realizar convenios con productores de siembra directa y sustentable. “Buscamos avanzar con productores seleccionados, porque queremos apalancarnos en la agricultura sustentable de la Argentina”, indicó Segovia. En la actualidad el emprendimiento tiene cinco trabajadores en el laboratorio que realizan los análisis y seis más que trabajan en el escalado industrial.