No tiene sentido interrumpir el tráfico fluido en una calle por un semáforo en un paso de peatones por el que nadie transita pensaron en Viena, Austria.
No tiene sentido interrumpir el tráfico fluido en una calle porque hay un semáforo en un paso de peatones por el que nadie transita. Esta situación hizo que Horst Possegger, jefe del equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Graz, desarrollara una idea innovadora de semáforos inteligentes.
Estos dispositivos “están equipados con una cámara que localiza a los peatones que se aproximan. La cámara diferencia si hay diez personas esperando o 3 acercándose, y en función de eso el semáforo cambia o espera un tiempo”, explica Horst.
La Inteligencia Artificial es la que ha hecho capaz este avance tecnológico, que ha posicionado a Viena como la primera ciudad en instalar un método de este tipo basado en la ciencia del “autoaprendizaje”.
A pesar de los grandes avances, todavía hay margen de mejora. “Con el tiempo se vuelve más preciso. Al principio lo situamos en el cruce y, después de observar durante medio día a las personas que cruzan la calle, el sistema interpreta los patrones que corresponden a las personas que desean cruzar”, afirmaron los creadores.
Actualmente, hay 3 semáforos inteligentes en funcionamiento dentro de la ciudad. Gracias a los esfuerzos del equipo, se estima que habrá un total de 200 en 2020. El proceso de instalación no es tan rápido como se esperaba y cada unidad cuesta unos 15.000 euros.
Pese al costo, este sistema resulta muy beneficioso para la circulación vial porque recogen datos sobre la actividad de los cruces y a través de esta información se puede llegar a elaborar horarios más productivos en otras instalaciones viales.