La Asamblea Ambiental presentó una acción de amparo contra la instalación de la megausina de Río Turbio, cuya inauguración fue anunciada para el próximo mes de diciembre. Uno de sus representantes, Eduardo D´Elia, explicó en la 99.9 que “porque está a la salida de nuestro único abastecimiento de agua potable y no había sitio para disponer de la gran cantidad de cenizas que la usina generará”.
La situación en Río Turbio en este momento, a pocos meses de su inauguración oficial, es realmente preocupante, sobre todo por las consecuencias que traerá. En consecuencia, desde la Asamblea Ambiental han presentado un amparo contra la megausina.
En la 99.9, Eduardo D´Elia, integrante de la Asamblea brindó detalles sobre la medida y también sobre las consecuencias de instalar esta usina: “la construcción fue anunciada en el año 2006, dos años después de la tragedia en las minas de carbón de Río Turbio. Para compensar esta tragedia se decide construir una usina termo eléctrica”, contó a modo de introducción.
Luego indicó que “instalarla era un gravísimo error porque está a la salida de nuestro único abastecimiento de agua potable y no había sitio para disponer de la gran cantidad de cenizas que la usina generará. Ahora parece que ocho años después se estima que la usina se inaugure en unos meses”.
Esas cenizas traerá fuertes consecuencias para los habitantes de la zona y por eso, decidieron presentarse ante la justicia: “las cenizas tienen un alto contenido de metales pesados y hasta elementos radioactivos. Si el río llega a tomar contacto con estas cenizas, lo cuál es probable, van a incorporar estos elementos a las aguas y terminarán en nuestras canillas. Le pedimos a la justicia federal mediante un amparo al Ministerio de Planificación General para que se cumpla con la ley y hagan un estudio de impacto ambiental como corresponde”, reclamó D´Elia.
Las soluciones que se han planteado como probabilidades no son lo suficientemente efectivas: “una de las propuestas que se hace por parte de quienes están en esto es construir ladrillos con estas cenizas. Son 1.800 toneladas, es el equivalente a 300 camiones volcadores que diariamente saldrán de las calderas de la usina. Constuir ladrillos todos los días con estas cenizas es casi imposible, se necesitarían cinco plantas cementeras”.
No sólo las cenizas plantean un problema, sino la propia industrialización: “por las chimeneas saldrán 24.000 toneladas de gases que es el equivalente a seis pasteras como Botnia que se distribuirán por toda la Patagonia austral tanto en Argentina como en Chile. Los gases irán para Ushuaia”.
Sólo les queda esperar que la justicia no haga oídos sordos al reclamo, porque evidentemente los políticos no parecen meterse en el tema: “la mayoría de los funcionarios y políticos tratan de esquivar el tema porque se va a generar empleo con esto y se mejorará la actividad económica. Es difícil sacarles una palabra en contra, pero esta cuestión nos llegará a todos en algún momento y deberán tomar cartas en el asunto, tienen que tomar posición en el tema”.