Rupturas de presas, pueblos evacuados, catástrofes en algunas comunidades. La situación en el sur de Alemania sigue siendo muy tensa. Desde Augsburgo, Oliver Pieper.
Tobias Kunz está en constante estrés desde este sábado 1º de junio a las seis de la mañana. El alcalde de Nordendorf, una pequeña comunidad de 2.600 habitantes al norte de Augsburgo, lucha desesperadamente contra las inundaciones del río Schmutter. Junto con 300 voluntarios, intenta salvar la escuela primaria local.
“Ayer llenamos 40.000 sacos de arena y con ellos construimos un dique de 240 metros de largo. Los ayudantes a veces pasan 40 horas de pie, sin dormir. Pero con la extrema cantidad de agua de hoy, ni siquiera eso fue suficiente”, dijo este domingo a DW.
Los voluntarios cargan apresuradamente los sacos de arena de un lado a otro. Kunz coordina las operaciones y responde a las incesantes preguntas. No ha quedado más remedio que cancelar las clases de este lunes, explica con tristeza. Pero lo que más le deprime es que la lucha contra el agua en torno al nuevo campo deportivo se perdió en muy poco tiempo; la presa se rompió.
“En un cuarto de hora nuestro campo deportivo escolar, en el que se invirtieron alrededor de un millón (de euros) , quedó bajo el agua. Todo lo que tiene que ver con la infraestructura está inundado. Nuestro sistema de alcantarillado tampoco funciona, los estudiantes ni siquiera podrían ir al baño.”
Baden-Wurtermberg y Baviera bajo el agua
Lo que está viviendo Nordendorf está pasando también en muchas comunidades del sur de Alemania: las represas no pueden soportar las masas de agua y decenas de pueblos tienen que ser evacuados.
La evaluación preliminar: en algunos lugares, cayó más lluvia en 24 horas que el promedio de todo un mes, y los niveles de agua aumentaron a niveles que sólo se alcanzan una vez cada 100 años. Los estados federados de Baden-Wurtemberg y Baviera se vieron especialmente afectados este fin de semana y en algunas comunidades se activaron las alarmas de desastre. Al menos cuatro personas han muerto.