Enfermedades como las dermatitis atópicas o el cáncer de piel podrían beneficiarse de estos resultados
En la formación de la piel humana intervienen toda una cascada de señales bioquímicas aún no bien conocida, pero muy importante puesto que sus fallos causan enfermedades que afectan a más de la cuarta parte de la humanidad desde la dermatitis atópica a los cánceres de piel-. Ahora, un equipo de investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han dado un paso más para desvelar este proceso descubriendo uno de los eslabones clave, un nuevo mecanismo que regula la diferenciación de las células que integran la mayor parte de la epidermis, los queratinocitos. Además, han descrito que este mecanismo podría estar implicado en el cáncer de piel.
En concreto, los autores cuyo trabajo se publica en «Genes & Development», ha identificado la proteína Fra-2 -cuya función precisa en la piel hasta ahora se desconocía- como elemento clave en la diferenciación de los queratinocitos: si Fra-2 no está activada no hay diferenciación y por tanto la piel no termina de formarse.
Los queratinocitos humanos viven alrededor de un mes, y en ese periodo pasan por toda una serie de cambios relacionados con las distintas funciones que cumplen durante su viaje desde la capa más profunda de la epidermis, donde nacen, hasta la superficie con la que nuestro cuerpo toca el exterior. Esta evolución de los queratinocitos se llama diferenciación. Como explican los autores en un comunicado, «en la epidermis, la inducción de la diferenciación de los queratinocitos es esencial para la adquisición de la función de barrera de la piel, así como para la la estabilidad del tejido».
Conjunto de genes
En los últimos años se ha ido desentrañando el bosque de señales bioquímicas implicadas en las transformaciones de los queratinocitos y por ende en la formación de la epidermis. Hoy se sabe que el proceso está dirigido por una plétora de genes localizados en el llamado Epidermal Differentiation Complex (EDC). A su vez, la expresión de estos genes está regulada por la interacción coordinada de las señales bioquímicas que envían pequeñas proteínas, como los factores de transcripción.
El trabajo muestra que Fra-2, uno de esos factores de transcripción, cumple un papel regulador clave. «Con la ayuda de modelos específicos de ratón demostramos que con la expresión de Fra-2 en los queratinocitos inducimos también la expresión de los genes en el EDC», escriben los autores. Por el contrario, basta la pérdida de Fra-2 en los queratinocitos de la capa suprabasal para provocar defectos que impiden el correcto funcionamiento de la piel como barrera, debido a que se ha reducido la expresión de los genes EDC. Se halla incluso una posible relación con el cáncer. En ratones propensos a desarrollar tumores de piel benignos -papilomas-, el riesgo de que esto ocurriera se redujo al activar Fra-2. Los autores lo atribuyen a que Fra-2 induce la diferenciación precoz de los queratinocitos cancerígenos.
Inhibir proteína
Este hallazgo abre nuevas vías para explorar «si este interruptor es un mecanismo general para activar factores de transcripción», señala Stefanie Wurm, autora del trabajo. «También queremos estudiar si la inhibición de Ezh2 puede ser una estrategia terapéutica valiosa contra las enfermedades de la piel relacionadas con fallos en la diferenciación de los queratinocitos».