Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el COI y la FIFA denunciaron que el joven fue torturado y obligado a confesar el crimen de un funcionario público durante las movilizaciones de 2018.
El régimen de Irán ahorcó al joven luchador Navid Afkari, condenado a muerte por el asesinato de un funcionario público durante las protestas de 2018, según la página en Internet de la televisión pública.
La sentencia del “qesas”, es decir “ley del talión”, una pena de “retribución”, fue ejecutada este sábado en la prisión de Shiraz, al sur del país, según dijo el fiscal general de la provincia, Kazem Musavi, a la televisión estatal. La pena de muerte se aplicó “ante la insistencia de la familia de la víctima”, añadió.
Amnistía Internacional, Human Rights Watch, el Comité Olímpico Internacional (COI) y la FIFA denunciaron que el joven fue torturado y obligado a confesar el crimen.
Las autoridades iraníes habían abierto tres casos contra Navid Afkari y su hermano Vahid. Ambos fueron arrestados en septiembre de 2018 por docenas de cargos que incluyen participación en manifestaciones ilegales, insulto al líder supremo de Irán, robo, enemistad contra Dios y asesinato.
El Tribunal Supremo de Irán confirmó también una sentencia de 25 años de prisión para Vahid por ayudar en el presunto asesinato, mientras que desestimó sumariamente las graves acusaciones de los hermanos de que fueron torturados para que confesaran.
El presidente del COI, Thomas Bach, había comentado estar “extremadamente preocupado” antes de este desenlace, y la Federación Internacional de fútbol (FIFA) había pedido que “se salve la vida del deportista”.
Este sábado, el COI expresó estar “conmocionado” por la noticia. “Es profundamente lamentable que los llamamientos de deportistas del mundo entero, y todo el trabajo del COI, con el Comité Olímpico Iraní, la Federación Internacional de Lucha y la Federación Iraní de Lucha, no hayan logrado su objetivo”, señaló el organismo.
El 15 de octubre de 2019, la Sala 1 del Tribunal Penal de Shiraz condenó a Afkari, de 27 años, un luchador profesional que fue subcampeón nacional iraní de lucha libre, a la pena de muerte por el presunto asesinato de Hasan Turkeman, un agente de la ley durante las protestas de agosto de 2018 en Shiraz.
El 25 de abril de 2020, la Sección 32 de la Corte Suprema confirmó la sentencia y el tribunal desestimó la acusación de tortura, citando una declaración de Navid en la que dijo en presencia de un abogado que no había sido torturado y que no necesitaba ver a un médico forense.
Sin embargo, el 13 de septiembre de 2019, en una carta manuscrita, Navid detalló la tortura que dice haber experimentado en dos centros de detención de Shiraz. Incluye golpes en las piernas, las manos y el abdomen con una porra o un palo, verterle alcohol en la nariz y taparle la cabeza con una bolsa de plástico hasta el punto de asfixiarse.
Incluso el presidente estadounidense, Donald Trump, había exigido que se perdonara la vida del condenado de 27 años. “A los líderes de Irán, les agradecería enormemente que perdonaran la vida de este joven y no lo ejecutaran”, escribió Trump la semana pasada en Twitter.