Irán ahorcó el lunes en público a un hombre condenado por el asesinato de dos miembros de las fuerzas de seguridad, informó la agencia de noticias Mizan, lo que supone la segunda ejecución relacionada con las protestas antigubernamentales en menos de una semana.
Las protestas nacionales, en su tercer mes, estallaron tras la muerte de Mahsa Amini, kurda iraní de 22 años, el 16 de septiembre, bajo custodia de la policía de moral que hacía cumplir las estrictas leyes de vestimenta obligatoria.
Las manifestaciones se han convertido en una revuelta popular de iraníes furiosos de todas las capas de la sociedad, planteando uno de los mayores desafíos a la legitimidad de los dirigentes clericales desde la revolución de 1979.
“Majid Reza Rahnavard ha sido ahorcado en público esta mañana en (la ciudad santa chií de) Mashhad. (…) Fue condenado a muerte por ‘librar una guerra contra Dios’ tras matar a puñaladas a dos miembros de las fuerzas de seguridad”, publicó Mizan.
Activistas en redes sociales criticaron la ejecución de Rahnavard, de 23 años, calificándola de “acto criminal” del clero para disuadir a los disidentes.
La ejecución en la horca de otro joven iraní, Mohsen Shekari, condenado el jueves por herir con un cuchillo a un guardia de seguridad y bloquear una calle de Teherán durante las protestas, ha sido ampliamente condenada por Estados Unidos y sus aliados.
Grupos de derechos humanos han afirmado que Shekari fue torturado y obligado a confesar.
Amnistía Internacional ha afirmado que las autoridades iraníes están solicitando la pena de muerte para al menos 21 personas en lo que ha calificado de “juicios farsa concebidos para intimidar a quienes participan en el levantamiento popular que ha sacudido Irán”.
Medios estatales iraníes difundieron imágenes de un hombre, al que identificaron como Rahnavard, apuñalando a otro que cayó contra una motocicleta aparcada y apuñalando a otra persona inmediatamente después.
Mizan afirmó que Rahnavard fue detenido cuando intentaba huir del país hace 23 días. Añadió que su condena fue confirmada por un tribunal superior.
El grupo de derechos humanos HRANA dijo que hasta el domingo habían muerto 488 manifestantes, 68 de ellos menores de edad. También murieron 62 miembros de las fuerzas de seguridad. Se cree que han sido detenidos 18.259 manifestantes.
Mientras que las Naciones Unidas afirman que las protestas han costado la vida a más de 300 personas, un alto organismo de seguridad estatal iraní ha dicho que 200 personas, incluidos miembros de las fuerzas de seguridad, han muerto en los disturbios.