Funcionarios del país europeos colocaron una placa para concientizar sobre los efectos negativos del cambio climático. Alertan que la mitad de los sitios del patrimonio mundial podrían perder sus glaciares de aquí a 2100.
Islandia inauguró este domingo una placa en homenaje de Okjokull, primer glaciar de la isla que perdió su rango devorado por el calentamiento global, una oportunidad para los científicos de alertar sobre las consecuencias del cambio climático.
La placa conmemorativa fue presentada por la tarde en el lugar del antiguo Okjokull (literalmente “glaciar Ok” en islandés), en el oeste de la isla.
“Espero que esta ceremonia sea una fuente de inspiración no solo para nosotros aquí en Islandia sino también para el resto del mundo, porque lo que vemos aquí es solo un rostro de la crisis climática”, declaró la primera ministra islandesa, Katrín Jakobsdóttir, que pronunció un corto discurso.
Con la placa en letras doradas titulada en islandés y en inglés “Una carta para el futuro”, los investigadores esperan concienciar a la población ante el declive de los glaciares y los efectos del cambio climático.
También lleva la mención “415 ppm CO2”, en referencia al nivel récord de concentración de partes por millón de dióxido de carbono registrado en la atmósfera en mayo pasado.
La progresiva desaparición de Okjokull
El hielo de Okjokull, que cubría aún 16 km2 de superficie en 1890, ya no ocupaba más de 0,7 km2 en 2012, según un informe de la universidad de Islandia en 2017.
En 2014, “tomamos la decisión de que ya no se trataba de un glaciar, era solo hielo muerto que no se movía más”, cuenta el geólogo Oddur Sigurdsson, que estudió al Okjokull. Entonces el glaciar fue degradado, una primicia en Islandia.
Para tener el rango de glaciar la masa de hielo y de nieve “debe ser lo bastante espesa para poder desplazarse gracias a su propio peso”, es decir de 40 a 50 metros de espesor para producir una presión suficiente que vuelva al hielo maleable, explica.
Cerca de la mitad de los sitios del patrimonio mundial podrían perder sus glaciares de aquí a 2100 si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan con su ritmo actual, según un estudio de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) publicado en abril.