Israel y la Justicia Internacional

Por Javier A Ruiz . Abogado. Experto en Derecho Penal Internacional.
At. Counsel de la Defensa, Corte Penal Internacional (La Haya, Países Bajos)

A medida que surgen noticias del ataque terrorista de Hamas a Israel, el incremento de la violencia a gran escala y las atrocidades cometidas en Israel, es bueno recordar, que la Corte Penal Internacional tiene una investigación en curso sobre la situación en Palestina.

Recordemos, que el Estatuto de Roma de 1998, entró en vigor en Julio de 2002 ; actualmente con 124 estados miembros. Palestina es miembro desde 2015; y el tribunal penal ya había recibido la remisión de su caso a fines de 2014; y se halla investigando crímenes internacionales desde 2021.

Allá por 2019, la entonces Fiscal de la CPI, Fatou Bensouda anuncio que “se habian cometido o se están cometiendo crímenes de guerra en Cisjordania, incluida Jerusalén Este, y la Franja de Gaza”. En 2021, los jueces de la Corte, dictaminaron que el Fiscal tenía jurisdicción sobre esas áreas. Jurisdiccion de la Corte, que hoy servirá para investigar los crimenes internacionales, y atrocidades cometidas también en Israel.

La investigación de la Fiscalía no consiste en demonizar o excusar a alguna de las partes. La Corte Penal, no ha mostrado ningún sesgo en su investigación.

La Corte tiene la facultad ( y la obligación) de investigar a todas las partes del conflicto entre Israel y Palestina; más allá que Israel no es parte del Estatuto de Roma.

Por lo tanto investigara “crímenes contra la humanidad” por los ataques indiscriminados de Hamas en territorio israelí, victimas civiles y ataques de manera indiscriminada.

Los actos ilícitos, en materia penal internacional, se rigen por el lugar de la comisión del delito. Pero si conectamos la competencia de la Corte respecto de Palestina, perfectamente podrá perseguir los crímenes cometidos en territorio Israel.

La investigación (de 2021), de la CPI sobre la situación en Palestina continúa avanzando lentamente, pero la capacidad de la Corte para exigir la rendición de cuentas ante los criminales episodios que el mundo presenció desde el sábado pasado, sin dudas se verá impulsada.

La jurisdicción de la CPI se basa en la decisión de Palestina de unirse a la corte, y la competencia, se extiende a posibles crímenes cometidos en el conflicto.

Pero esta nueva violencia atraerá una atención renovada al papel de la Corte Penal Internacional, particularmente si (como parece muy probable) hay pruebas fehacientes de que los combatientes de Hamas han atacado directamente a civiles.

Crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, e invasión de un estado soberano, por parte del terrorismo de Hamas, son elementos fundamentales de esta situación.

En términos generales, la dinámica política que rodea el papel de la Corte en Palestina, ha sido que Israel se ha mostrado muy hostil al papel de la Corte en ese momento (y rechazó la idea de jurisdicción y competencia) .

Hoy la situación puede ser muy diferente: la justicia internacional es la única capaz de ofrecer protección y reparación a las victimas de esta barbarie.

El lanzamiento indiscriminado de cohetes hacia ciudades y (obviamente) el ataque directo a civiles por parte de combatientes de Hamás son crímenes de guerra bastante claros.

Las acciones de Israel en el campo de batalla, en su legítima defensa, pueden ser más complicadas desde la perspectiva de la Corte y tienden a involucrar cuestiones de proporcionalidad y evaluar si se tuvo el cuidado adecuado para evitar daños colaterales.

Y para los líderes israelíes, la inclusión de la actividad de asentamientos en una investigación de la Corte en 2021, siempre ha generado preocupación de muy alto nivel, porque la responsabilidad de la política de asentamientos recae en los niveles más altos del gobierno israelí.

En cuanto a la cuestión de los asentamientos, Israel también carece de una defensa clara basada en la complementariedad (la idea de que los sistemas judiciales nacionales deben manejar los casos primero) porque los tribunales israelíes han considerado en gran medida que los asentamientos son una cuestión política.

El resultado de todo esto es que los acontecimientos de hoy se están superponiendo a un contexto político/legal complejo para la Corte Penal Internacional, pero no complicado. Todo depende del plano político desde el cual se enfoque le tema.

Si hay casos documentados de masacres de civiles por parte de Hamás (o ejecuciones de soldados capturados), puede haber una fuerte presión sobre el Fiscal de la Corte Penal Internacional, para revitalizar lo que parece ser una investigación un tanto latente.

Pero Israel se puede oponer como Estado Soberano, a cualquier papel activo de la Corte Penal Internacional, de acuerdo con el principio de complementariedad (la Corte Penal ejerce jurisdicción complementaria, de las jurisdicciones nacionales) y una investigación más activa del tribunal internacional, también complicaría el acercamiento entre la Corte Penal Internacional y los Estados Unidos que ha surgido desde que la Corte, presentó cargos contra Putin en relación con Ucrania, y desde la cooperación de los Estados Unidos con la Corte, en el Centro de Enjuiciamiento del Crimen de Agresión para Ucrania.

A la vez, sería un “test” para observar el “movimiento” de Rusia en Medio Oriente, y también de Siria, en momentos en que avanzan las audiencias orales en el caso de Siria ante la Corte Internacional de Justicia, demandados por Países Bajos y Canadá, por hechos que presuntamente violaron la Convención contra la Tortura, entre otros instrumentos internacionales y que involucra también “elementos”de terrorismo, pero de otro carácter.

Tengamos en cuenta , que muchos detractores de la justicia internacional, mencionan que una investigación de la CPI en Palestina / Israel, puede perjudicar cualquier iniciativa de paz: ya no hay paz en Israel. Menos aun si no hay justicia para las victimas.

Hay que rechazar el grotesco argumento de que, simplemente porque los palestinos se han enfrentado a décadas de ocupación ilegal y presunto apartheid, el comportamiento de Hamas y otros grupos terroristas está justificado de alguna manera. No lo es.

Las violaciones de los derechos humanos, los crímenes y las humillaciones cotidianas bien documentadas a las que se enfrentan los palestinos no excusan las atrocidades que estamos viendo hoy. Las atrocidades y el terror de Hamás exigen justicia.

Podemos poner fin al ciclo de vergüenza, humillación y violencia que caracteriza la vida de demasiadas personas en Israel y Palestina.

La rendición de cuentas puede ayudar a romper ese ciclo al ofrecer una salida diferente, un nuevo canal para las víctimas, los sobrevivientes y las comunidades afectadas que no dependa de más represión o atrocidades.

Se debe apoyar una investigación de la Corte Penal Internacional, sobre la situación. Cualquier otro razonamiento, expone la hipocresía y el desprecio por la justicia internacional, los derechos humanos básicos, y las victimas de la barbarie a manos del terrorismo.