El arquitecto, historiador y filósofo español habló en la 99.9 sobre lo que está sucediendo en la Comunidad Autónoma Vasca que dejó de pedir evaluaciones en matemáticas y habilidades digitales.
La falta de control y medición sobre el aprendizaje de los estudiantes no es algo que sucedió sólo en Argentina durante los últimos años sino que es un fenómeno que se extiende en distintos puntos del mundo.
El arquitecto, historiador y filósofo español Iván Vélez escribió un artículo respecto de la decisión tomada por la Comunidad Autónoma Vasca que ha dejado de pedir evaluaciones al tema de las competencias de matemáticas o las que miden habilidades digitales. Una suerte de apagón total. En diálogo con la 99.9 explicó lo que sucede en esa región en particular.
“Ese apagón es una maniobra encubridora de las deficiencias del sistema. Sin duda. Es muy interesante que en Argentina se sepa esto. En España las competencias educativas están transferidas a las regiones, a las comunidades autónomas, que son estructuras estatales de ámbito regional y lo que ha ocurrido tanto en Cataluña como en las Vascongadas, es que las lenguas locales, regionales, son las que llaman lenguas vehiculares. Entonces, por ejemplo, si un chico o un padre de familia de Rosario se trasladara a Gerona, pues no podría escolarizar a sus hijos en español. Por increíble que parezca, no alcanzan ni siquiera el 25 % de las horas lectivas en español, que es una lengua universal, como es bien sabido. ¿Qué ocurre? Pues que la gente que va de fuera de Cataluña a trabajar allí y lleva a sus hijos, esos niños parten con desventaja porque no es un idioma materno. Y eso es algo que de algún modo sirve para establecer un mercado cautivo y para repartir cargos a gente que esté alineada con esa ideología”, puntualizó.
El problema se genera por la inmigración que están teniendo todas estas zonas y que se encuentran con una fuerte barrera cultural: “son lenguas que por cuestiones históricas, no filológicas, las lenguas no tienen culpa ninguna, son herramientas de transmisión de conocimiento, herramientas de comunicación pero son lenguas minoritarias. Son regiones que además están recibiendo una fuerte afluencia de inmigrantes, y el inmigrante habla otra lengua, entonces se encuentra con esa auténtica barrera y lo que ocurre es que el uso es decreciente porque se vuelve antipática en el sentido de que es una imposición. En Cataluña un establecimiento comercial puede tener toda la rotulación en catalán, pero no puede tenerla en español. Son discriminaciones completamente establecidas. La reacción lógica es que muchos chavales jóvenes, viendo que en el colegio y hasta en el patio le están vigilando en qué lengua hablan, optan por un movimiento pendular y hablar la lengua de Cervantes, en este caso”.
Por último, Vélez también habló de un tema central que está aquejando a todo el continente y es la influencia musulmana: “desde Hispanoamérica quizá no se perciba con esa crudeza, pero en Europa empieza a haber síntomas de que hay un repliegue del mundo de raíz cristiana. Hay un avance del mundo musulmán y claro, no es una cuestión estrictamente religiosa, sino que conlleva una moral asociada, una serie de valores, un trato a la mujer, en fin, es preocupante”.