El nuevo emperador de Japón tendrá que posponer el desfile ante sus ciudadanos por el tifón Hagibis que asola el archipiélago.
La llegada de Naruhito al Trono del Crisantemo llevará aparejada una medida excepcional del gobierno japonés que permitirá a más de medio millón de personas recibir el perdón. Los indultos se concederán a personas declaradas culpables de delitos menores, como infracciones de tráfico, robo o fraude electoral, pero no a aquellos que cometieron delitos graves.
Las leyes japonesas disponen que los delincuentes no podrán presentarse a exámenes para obtener licencias o títulos nacionales durante cinco años después de ser condenados por un delito menor. Sin embargo, el portavoz de la Oficina de Rehabilitación del Ministerio de Justicia, Kentaro Tanaka, explica a la CNN que se espera que los indultos levanten esas restricciones, aunque no eliminarán los antecedentes penales de los delincuentes.
No es la primera vez que Japón toma una medida de esta índole para celebrar eventos importantes en torno al emperador. Tras la muerte del emperador Hirohito, en 1989, más de 10 millones de personas recibieron amnistías. Un año después, en 1990, otros 2,5 millones fueron perdonados para celebrar la ascensión al trono del nuevo emperador, Akihito.
No gusta a todos
Pese a que ya se había aplicado en otras ocasiones, la medida ha levantado polémica. Yukihisa Fujita, exmiembro de la Cámara Alta por el Partido Demócrata Constitucional, cree que “el gobierno estaba tratando de aprovechar el ambiente de celebración que rodeaba la entronización para proporcionar beneficios motivados políticamente a ciertas personas”.
Hiroyuki Nagahama, miembro de la oposición y también miembro de la Cámara Alta, señala que, a su juicio, los indultos no son compatibles con la separación de poderes. El hecho de que sean decididos por la administración sin ninguna supervisión por parte del poder judicial les deja, a su opinión, en un limbo legal.
Los 550.000 afectados recibirán su perdón la próxima semana, aunque Naruhito ya lleva en el poder desde el mes de mayo. El martes 22 de octubre está prevista una gala a la que asistirán representantes de 174 países, entre ellos varios jefes de estado, aunque el desfile que iba a tener lugar a continuación ha sido pospuesto hasta el 10 de noviembre por las secuelas del tifón Hagibis que ha afectado al país nipón y que ha provocado la muerte de, al menos 78 personas.