En un giro de la política energética del país después de la catástrofe de Fukushima, el primer ministro Fumio Kishida anunció que se volverá a apostar por la energía atómica ante la actual crisis energética.
Japón planea construir reactores nucleares de nueva generación, en momentos en que el país enfrenta los crecientes costos de la energía importada debido a la guerra en Ucrania, informó el miércoles el primer ministro Fumio Kishida. El gobierno también discutirá poner en marcha más centrales nucleares y prolongar la vida útil de los reactores si se puede garantizar su seguridad, declaró Kishida en una reunión sobre política energética.
Las medidas fueron planteadas por Kishida durante un encuentro de la iniciativa gubernamental llamada “Green Transformation” entre el propio primer ministro nipón y miembros del Ejecutivo, y que se prevé materializar en acciones concretas que reduzcan las emisiones de CO₂ y reduzcan la dependencia energética antes de finales de año, según recogen hoy los medios locales.
“La invasión rusa de Ucrania ha transformado enormemente el panorama energético mundial” y por ello “Japón necesita tener en mente potenciales escenarios de crisis en el futuro”, expresó el gobernante. “En cuanto a las plantas nucleares, además de asegurar la operación de los 10 reactores que ya están en línea, el gobierno encabezará un esfuerzo para hacer todo lo posible por reiniciar” las otras cuya seguridad ha sido aprobada por la agencia nuclear del país, agregó.
Kishida urgió a los asistentes a la reunión a preparar “la construcción de reactores nucleares de nueva generación equipados con nuevos mecanismos de seguridad” y “dar el máximo uso a las plantas nucleares existentes”. “Por favor aceleren sus discusiones sobre todas las medidas posibles, basadas en opiniones de partidos de gobierno y oposición, así como expertos, para alcanzar conclusiones concretas a fin de año”, declaró.
Al igual que otros países, Japón enfrenta limitaciones en sus suministros energéticos desde que Rusia invadió Ucrania hace seis meses. Japón entró en un “apagón nuclear” tras el accidente de la central de FukushimaDaiichi en 2011 e impuso criterios de seguridad más estrictos. Solo diez reactores nucleares han recibido el visto bueno de las autoridades para volver a funcionar, del total de 42 existentes en condiciones técnicas de operar, pero que no han superado los nuevos estándares o han sido descartados por la Justicia.