Japón planea lanzar satélites que controlen la basura espacial con el objetivo de evitar colisiones con otros aparatos que se encuentren en órbita en la zona. Estos dispositivos comenzarían a usarse a partir de 2028, según ha informado este martes el diario económico Nikkei.
Se trata de uno de los primeros sistemas de seguridad para controlar los desechos en el espacio, finalidad en la que trabaja el Ministerio de Defensa de Japón que planea poner en marcha las primeras medidas concretas para esta iniciativa en 2023. Asimismo, este Ministerio japonés ha solicitado para el presupuesto fiscal de 2019 un fondo específico que será destinado al lanzamiento de un sistema radar capaz de observar el espacio en alturas superiores a los 5.800 kilómetros para vigilar los residuos y evitar así choques con satélites activos. Este dispositivo se ubicará en la ciudad japonesa de Yamaguchi.
El aumento de la basura espacial en la órbita terrestre supone un riesgo importante para los satélites que se encuentran en los alrededores y que, en caso de colisión, quedarían inoperables, lo que interferiría en el proceso de comunicación y recopilación de datos.
La fecha precisa de cuándo este sistema estará operativo aún está por decidir. Tampoco se conoce cuándo se comunicarán más detalles del mismo, así como el número de satélites que habrá con esta función, lo que dependerá de las conversaciones entre la Oficina del Gabinete del Ejecutivo y el Ministerio de Ciencia.
Actualmente, para realizar las labores de vigilancia espacial, Japón se basa principalmente en la información que le proporciona el Ejército de Estados Unidos gracias a su estatus de aliado, pero que no le garantiza tener acceso a todos los datos.
El objetivo del país asiático es contar con su propio sistema y suministro de información, aunque estos datos serán limitados debido a que las condiciones climáticas y la ubicación geográfica de Japón acotan sus capacidades.
Otra de las medidas que ha tomado Japón para resolver la presencia de desechos en el espacio y que comenzará en 2019 es un sistema pionero de limpieza en el que un satélite, al que va adherido un compuesto adhesivo, recolectará escombros y posteriormente, se deshará de ellos, informa Efe.