El abogado especialista en derecho internacional analizó desde La Haya y en la 99.9 lo que significa la condena a Cristina Fernández y que ve para el futuro de nuestro país.
La condena contra Cristina Fernández es un hecho particular porque se da cuando está en funciones y en un cargo tan importante como la vicepresidencia. El abogado especialista en derecho internacional Javier Ruiz, analizó el tema a través de la 99.9 desde La Haya, donde está radicado.
“El mérito de la justicia argentina es que han condenado a una vicepresidenta en ejercicio, se condenó algo que va contra la cultura de cierto sector de la población que vota populismo y poder corrupto”, dijo inicialmente. Luego agregó que “la corrupción tiene dos naturalezas, una institucional y otra cultural. Culturalmente la debilidad del estado se produce por instituciones que son incapaces de cumplir sus funciones. La UIF y la Oficina Anticorrupción están cooptados por el kirchnerismo”.
Significa un freno también a una clase política que tiene impunidad total a punto tal de creer que no debe rendir cuentas ante ninguna situación: “hay matrices que se repiten y hay una amplia discrecionalidad del estado para tomar decisiones sin rendición de cuentas. En un país con un 100% de inflación, el presidente compra un avión sin rendir cuentas a nadie, sin decir porqué y sin saber porqué se lo compra a quien se lo compra. Eso es porque están acostumbrados a la falta de transparencia. Eso hace que un país en situación de debilidad institucional, se debilite mucho más”.
El escenario actual no genera confianza en que el país pueda mejorar su realidad, teniendo en cuenta los principales factores para que el progreso exista: “lo que no sé es como saldrá adelante Argentina con este gobierno, porque hay que contar con liderazgo político que no es el caso, en segundo término la lucha contra la corrupción debe ser parte de la agenda de la gestión pública y, además, debe existir conciencia ciudadana que evidentemente no hay porque la gente ha votado kirchnerismo durante 14 años sin elaborar el vínculo entre corrupción y pobreza”.