El abogado habló en la 99.9 sobre las novedades judiciales en la causa por el atentado a Coordinación Federal y el crimen del capitán Humberto Viola y su hija.

En las últimas horas y en el contexto del 24 de marzo, se dio a conocer que el Tribunal de Casación daría su conforme para que finalmente se pueda llegar al juicio por el atentado contra Coordinación Federal perpetrado por Montoneros y también hubo novedades en la lucha de la familia del capitán Humberto Viola asesinado junto con una de sus hijas por aquellos años.
El abogado que interviene en ambas causas, es el Dr. Javier Vigo Leguizamón que dio detalles en la 99.9: «el fallo de la Cámara Federal cuando consideró imprescriptible el atentado a Coordinación Federal por una grave violación a los derechos humanos, está indicando un giro de la jurisprudencia, que es un giro adecuado, porque efectivamente se había venido blindando con un manto de impunidad a la guerrilla, sosteniendo que determinados hechos se encontraban prescriptos, cuando desde la convención del 49 constituye un delito de guerra, un crimen de guerra, un crimen de lesa humanidad, atentar contra civiles en cualquier clase de conflicto armado, sea interno o internacional. El segundo caso, la causa Viola, en donde tengo el orgullo poder defender a esa familia, precisamente hemos llegado a un acuerdo de solución amistosa con el gobierno nacional en el marco de la denuncia que se efectuó ante la Comisión Interamericana por haber violado la justicia argentina, los derechos a la igualdad, a la vida y a la justicia establecidos en la Comisión Americana de Derechos Humanos, negándose a llevar adelante una investigación integral, penal y completa sobre los crímenes cometidos, porque si bien en este caso hubo algunos condenados, no cumplieron sus penas en su totalidad. Pero además muchos de los autores directos no fueron juzgados. Nunca fueron tampoco juzgados ni investigados los autores intelectuales, que es lo que nosotros hemos venido pidiendo».
Además, se refirió al hecho de que algunos de los que terminaron perpetrando estos hechos que incluso en el caso de Viola ha sido un asesinato a sangre fría, han cobrado indemnizaciones por partes del gobierno como víctimas de la dictadura: «No solo no cumplieron en integridad sus penas, sino que fueron indemnizados. Pero allí hay una diferencia central, porque en el acuerdo que se ha firmado con el gobierno nacional, la familia renunció a las reparaciones económicas. Los ideales no se venden, o sea, que los ideales se defienden. Eso es una actitud muy digna». Además, agregó que lo que están llevando adelante «es una lucha por la verdad completa, porque nosotros siempre hemos sostenido que el problema es desenfocar las lógicas de violencia, que olvidaba el sagrado valor de la vida. Tenemos que rescatar el sagrado valor de todas las vidas. Debiera hacerse en Argentina en un día como el de ayer, un día de reflexión, un monumento para todas las víctimas, de un lado, del otro, y tendría que haber un proceso de reconciliación. Ayer cuando se habla de la teoría del demonio único, acá hubo varios demonios».
Por último, agregó que la guerrilla en aquellos momento fue tanto o más violenta que el gobierno de facto, pero de esas situaciones nunca se termina hablando: «entre 73 y 76 ocurren la mayor parte de los atentados terroristas: los ataques al regimiento de Azul, regimiento de Formosa, al regimiento de Catamarca, la fábrica militar de Villa María, todo eso ocurre. El asesinato de Rucci y tantos otros ocurren en ese periodo de tiempo. ¿Cuál era la dictadura? No había ninguna dictadura. Lo que se quería era destruir la república y poner un régimen marxista que como también se recordó y se está recordando en estos días, hubiera ocasionado 1 millón de muertos, como lo reconoció Santucho en una de sus declaraciones y lo admitió Héctor Leis, oficial Montonero, en una obra memorable de testamento de los años ´70 que escribió poco antes de morir, donde cuenta que estuvo en una reunión de Montonero y preguntó cuánta gente iba a morir para hacer triunfar en la revolución y le dijeron que por lo menos 500.000 personas».